A las 3:30 de la madrugada, en la calle 41 frente a la Avenida La Rosita entre carreras 22 y 23, Óscar Leonado Díaz Mateus conocido como el ‘El Mono’ chocó de frente con su ‘destino final’. Habría perdido el control de su Yamaha 250 de placa VIH56E y se dio contra una señal de tránsito.
Fue un golpe desmedido, poco esperanzador, porque de manera instantánea Díaz, de 23 años, dejó de respirar. Quienes transitaba se detuvieron para auxiliarlo, pero el golpe que sufrió Oscar en la cabeza fue letal.
De inmediato, la tragedia comenzó a difundirse en redes sociales y su madre habría sido quien reconoció la placa. Con el corazón entre las manos se habría comunicado con su hijo, quería saber que todo era una equivocación; no fue así. Le respondieron otras personas.
Óscar era reconocido en el barrio Girardot de Bucaramanga, donde hacía dos años había montado un negocio de comidas rápidas.
“Era espectacular, amante de las motos, buen hijo, amaba a su abuelita con quién vivía. Apasionado como nadie por innovar. Salió del Colegio Salesiano y los coordinadores y docentes lo recuerdan con cariño, porque era un buen ser humano, de esos que te brinda la mano y te ayuda en los peores momentos”, manifestó uno de sus allegados.
“El Mono” era músico de corazón, un gran violinista y un excelente chef. Era buen amigo de sus amigos y muy divertido”, comentaron.