No hubo tiempo de nada, el golpe fue muy fuerte, su muerte instantánea y su cuerpo quedó de manera irremediable tendido sobre la vía que de Barrancabermeja comunica con Bucaramanga.
Las rosquitas caseras y la canastica donde las cargaba todos los días para ganarse unos pesos entre los buses de servicio intermunicipal y los conductores particulares que pasan por esa ruta, quedaron tendidas junto al cuerpo inerte de un niño de 12 años, víctima fatal de un accidente de tránsito ocurrido en el kilómetro 30, del corregimiento La Fortuna.
Eran las 7:30 p.m. y la poca visibilidad en el sector de los túneles habría conspirado en contra de Pablo César Abaúnza, quien conducía la camioneta Toyota, de placas BVF 216 de servicio particular que ocasionó el accidente.
No lo vio, no pudo reducir la velocidad y con toda la fuerza que llevaba impactó al menor, quien quedó tendido ante el asombro de los demás conductores viajeros.
Agentes de la Seccional de Tránsito y Transporte de Bucaramanga atendieron el caso y realizaron el levantamiento del cadáver.