Jhersen Mitchel Cruz Cardozo, de 30 años, fue asesinado en el barrio Primero de Mayo de Barrancabermeja mientras disfrutaba del partido de Colombia contra Brasil. Le dispararon a traición sobre la carrera 34, cuando estaba en compañía de otros amigos, muy cerca de la cancha.
Aunque algunos vecinos aseguran que el ataque lo habrían perpetrado dos sujetos en una moto, las autoridades confirmaron que se trató de uno solo, quien luego de accionar su arma huyó sin dejar rastro. En ese momento la euforia del partido se convirtió en pánico. Todos buscaron refugio. Temían que el sicario volviera para acabar lo que había iniciado, pues Jhersen quedó agonizando. Pero lo trasladaron de urgencia hasta un centro asistencial, donde murió minutos después.
El Departamento de Policía de Magdalena Medio aseguró que Jhersen había sido capturado en 2012 y en junio pasado por el delito de tráfico de estupefacientes. Además lo habían detenido por orden judicial durante la desarticulación del grupo delincuencial ‘Los 52’ por los delitos de tráfico de estupefacientes y homicidio.
El crimen estaría relacionado con un ajuste de cuentas; sin embargo, nada justifica un crimen aleve como este que estremeció al Primero de Mayo.
Denuncian inseguridad
La Corporación Regional para la Defensa de los Derechos Humanos (Credhos) aseguró que desde hace tiempo se ha denunciado públicamente que la ciudad se encuentra un control territorial por parte de estructuras armadas ilegales, que son las que tiene el control de las comunas. “Estas estructuras manejan el tema de las ollas y expendios en Barrancabermeja. Es una problemática que está generando proceso de reclutamiento y captación de menores de edad, control social y territorial que se ve reflejado”, manifestó Ramón Abril, coordinador de Credhos.