A Jhonatan David Riquet Cuervo, de 36 años, lo asesinaron en su propia casa, ubicada en la calle 37 lote 14 del barrio Lagos del Palmar en Barrancabermeja, Santander. Sus dos asesinos llegaron en una motocicleta. Descendieron del vehículo y lo acribillaron cuando él intentaba resguardarse.
Todo ocurrió frente a su familia. Lo vieron caer en el suelo, hecho de tabla, de su humilde vivienda. Su camiseta blanca y el jean se tiñeron rápidamente de sangre. No pudieron ayudarlo. Jhonatan David murió sin recibir atención médica.
Familiares les relataron a las autoridades que los agresores dispararon desde la entrada de la casa y huyeron.
Este atroz asesinato ocurrió tan solo tres horas después de que Yorvey Piña Rueda, un maestro de construcción, fuera acribillado por dos hombres en el barrio Brisas de Acapulco en Barrancabermeja.
Las autoridades no se pronunciaron sobre las posibles causas de este homicidio. En redes sociales, los allegados a la víctima se pronunciaron sobre su repentino fallecimiento.
“Ay, mi niño, me siento triste por esto que te pasó: casi quince años sin saber de ti y la semana antepasada te veo en Facebook y pensé: se recompuso Jonathan. Eras muy amable y servicial. Son los recuerdos que me quedan de ti. Paz en tu tumba”, señaló, en redes sociales, Kelly Johanna Serrano Osorio, una amiga del fallecido.
La Policía del Magdalena Medio, en su reporte, señaló que Jhonatan David Riquet Cuervo se dedicaba a la chatarrería.
Dos homicidios en menos de cuatro horas en Barrancabermeja
Jhonatan David Riquet Cuervo y Yorvey Piña Rueda murieron con tres horas de diferencia. Sin embargo, ambos fueron asesinados por sicarios. Durante el 2024, 141 personas han muerto en medio de disputas de microtráfico y demás hechos violentos en Barrancabermeja.
A Piña, los sicarios esperaron a que saliera de su vivienda sobre las 7:50 de la noche del pasado sábado 23 de noviembre. Inocente de lo que le sucedería, bajó las escaleras de su casa, la número 96 del barrio Brisas de Acapulco. Sin camisa y usando solo una pantaloneta y sandalias, se desplazó hasta la tienda del sector.
Cuando iba de regreso, dos sujetos, a bordo de una motocicleta, lo emboscaron. El parrillero se encargó de asesinarlo. Le disparó ocho veces, según testigos.
‘La Piña’, como lo conocía en el sector, cayó sobre la calle destapada de Brisas de Acapulco, en frente de la vivienda 32. Sus vecinos llamaron a las autoridades para que lo auxiliaran. Sin embargo, cuando los uniformados del cuadrante llegaron, el hombre de 36 años ya había sucumbido ante las múltiples lesiones que sufrió.