El reciente atentado que sufrió el dragoneante Dyeezeen Fernando Carrillo Sánchez, guardián del Instituto Nacional Penitenciario, Inpec, frente a la cárcel La Modelo, ha hecho que los gobernantes pongan la lupa sobre las condiciones en las que trabajadores cuidan a los internos de ‘mayor peligrosidad’ o también llamados de ‘alto perfil’.
Así las cosas, el gobernador de Santander, Juvenal Díaz Mateus, señaló que uno de los problemas detrás de la oleada de amenazas a personal del Inpec sería la cantidad de presos ‘peligrosos’ que alberga la Cárcel de Mediana Seguridad de Palogordo.
“Dentro del plan Dominó se pactó que se iba a rotar dentro de ocho cárceles de máxima o de una seguridad aceptable a los delincuentes más peligrosos. Después, dijeron que cuatro. Ahora parece que solo ocurre en Palogordo. Entonces, de seis delincuentes de alto riesgo, pasamos a tener 21. Eso genera unos problemas de amenaza, de caos y de personas que vienen a visitarlos y que tienen nexos con estos bandidos”, añadió el Gobernador.
También aseguró que la petición de que estos delincuentes se roten en otras cárceles ya fue elevada al Ministerio de Justicia. “Fue uno de los temas que abordamos en el consejo de seguridad con el Gobierno Nacional”, añadió.
¿Quiénes son estos delincuentes de alta peligrosidad que están en la cárcel de Palogordo?
Vanguardia conoció de una fuente del Inpec que los 21 delincuentes a los que se refiere el gobernador de Santander, Juvenal Díaz Mateus, son los reclusos que hacen parte de la operación Dominó, una política de Gobierno que pretende evitar la extorsión desde centros carcelarios y detener la organización del crimen por parte de líderes de bandas delincuenciales, que están privados de la libertad.
Estos internos hacen parte de grupos organizados dedicados a la extorsión como ‘Los Costeños’. También pertenecen a bandas criminales de los llanos orientales, del sur del país y del Tren de Aragua.
Si bien, algunos de estos delincuentes se han acreditado las amenazas por medio de panfletos, para Óscar Robayo, presidente de la Unión de Trabajadores Penitenciarios (UTP), el problema de la falta de seguridad para los guardianes del Inpec no radica en el número de reclusos de ‘alto perfil’, sino en la falta de garantías de protección.
“La cárcel Palogordo estuvo diseñada, desde el principio, como un centro de máxima seguridad. Durante su historia han pasado los delincuentes más peligrosos del país, del cartel de Cali, del cartel de Medellín. Su objetivo es albergar a este tipo de criminales. El problema para los dragoneantes del Inpec es la falta de medidas de protección y es responsabilidad de los entes territoriales”, dijo.
Para el presidente del sindicato, es indispensable que las Alcaldías y Gobernaciones cumplan con anillos de seguridad y esquemas que protejan a los trabajadores del Inpec en su labor de alto riesgo.
