El ‘corazón’ de Bucaramanga se manchó de sangre y pocos fueron los testigos del asesinato de Carlos Augusto Muñoz López, en la calle 31 con carrera 20.
Comenzaba el toque de queda cuando el ‘Zarco’ o el ‘Gato’ como era conocida la víctima, habría salido del cuarto de su hotel, al parecer, a cuadrar algunas cuentas pero nunca regresó. Nadie sabe cuáles eran los problemas que tendría y que terminaron segándole la vida. Lo que si quedó en evidencia fue la ira que desató su agresor al clavarle 4 puñaladas: una en el lado izquierdo del pecho, cerca al corazón, otras dos en el brazo zurdo y una más en el lado izquierdo de la entrepierna. Quedó agonizando sobre el pavimento, y su camisa blanca teñida de rojo reflejaba la crueldad del ataque.
Los gritos de la comunidad no se hicieron esperar, pues la escena era horripilante. Buscaron ayuda. Minutos después, el hombre de 41 años fue auxiliado por la Policía y por personas del sector, que lo ayudaron a subir a la patrulla, para que pudieran trasladarlo hasta el Hospital Universitario de Santander, donde falleció tiempo después mientras recibía atención médica. No resistió, las cortadas fueron letales. Del agresor o los agresores nada se sabe.
Uno de los testigos quien ayudó a auxiliar a Carlos, manifestó sus condolencias pues “independientemente de que él consumiera droga, también era una persona y se dedicaba a vender cambalaches. Esperamos que descanse en paz y que le puedan brindar cristiana sepultura”.
Agregó que sus familiares residen en Santa Ana o Villabel en Floridablanca “Tiene familiares, solo que estaba un poquito desordenado”.
