La misma sangre que los unió como familia se derramó sobre la calle 37N-8A del barrio Café Madrid en Bucaramanga. Arturo Correa Amado, de 34 años de edad, fue asesinado a manos de su hermano Alberto Amado Ortiz, 13 años menor que él.
Una herida en el brazo derecho le hizo perder el control, pero una puñalada certera en el tórax fue la que lo mató. Pese a que fue trasladado al Hospital Local del Norte por vecinos, cuando llegó al centro asistencial no tenía signos vitales.
Alberto, el homicida, admitió su responsabilidad ante las autoridades. “En medio de una discusión, cada uno sacó el cuchillo y empezamos a pelear”, dijo, según el reporte de la Policía Metropolitana de Bucaramanga.
De acuerdo con los vecinos del Café Madrid, la ira se apoderó del joven, de 21 años, cuando notó que su hermano, Alberto Amado Ortiz, estaba golpeando a su mamá.
Quiso defenderla, pero los insultos se convirtieron, en cuestión de segundos, en un fratricidio. Alberto Amado se quedó inmóvil en la escena del crimen. Los uniformados del cuadrante lo capturaron en flagrancia.