El Hospital General de Lancaster, del estado de Pensilvania, ha expedido un documento donde se solicita la presencia de William Camargo Benítez o Martha Patricia Pardo Martínez para dar de alta a su hijo y el acompañamiento en la etapa de recuperación.
Nicolás Camargo Prado es un joven de 19 años de edad, que hace dos años después de unas vacaciones con sus padres decidió quedarse en los Estados Unidos para cumplir el ‘sueño americano.
Su mamá es Martha Pardo, una administradora de empresas que reside con su esposo, William Camargo, en el barrio Nuevo Sotomayor de Bucaramanga.
“Desde pequeño le gustó el inglés, lo habla perfecto y toca muy bien la guitarra. Un hermano de él también está en Estados Unidos y él quiso también quedarse para conseguir algún dinero. Estaba trabajando como mesero en la ciudad de Lancaster”, contó Martha.
Solo que el ‘sueño’ se convirtió en pesadilla cuando el pasado jueves 8 de agosto mientras se movilizaba del trabajo a la casa fue embestido por un carro particular que era conducido por una ciudadana norteamericana.
Nicolás iba en una patineta eléctrica o scooter y, al parecer, la imprudencia habría sido de la conductora de una camioneta.
El joven bumangués fue remitido en el Hospital General de Lancaster, sufrió fracturas en la columna, en las costillas y fisuras en el cuello. Hace seis días salió de la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI.
¿Qué ha pasado con la visa humanitaria?
Martha Pardo ha iniciado los trámites para que la Embajada de los Estados Unidos le otorgue una visa humanitaria y junto a su esposo, los dos acompañar a su hijo en el proceso de recuperación.
Pese a la campaña en redes sociales y en medios de comunicación, aún la Embajada norteamericana no los ha agendado para que accedan a dicho documento.
Sin embargo, con la solicitud de la presencia de los padres en el hospital, esperan que se facilite que sean llamados para obtener la visa.
“Aún no nos han llamado. En el Hospital nos requieren de manera urgente. Seguimos implorando a las autoridades locales y nacionales para que nos apoyen. Mi hijo está solo sin el acompañamiento de un familiar que le de esa voz de aliento. Aunque el hermano también vive en los Estados Unidos no puede dejar su trabajo y estar con él. Yo ya tengo listas las maletas para cuando la embajada nos llame”, aseguró la desesperada madre.
Nicolás se graduó como bachiller de la Nacional de Comercio y entre sus planes estaba volver al país en el mes de octubre ya que quería tener una carrera profesional en Colombia y dejar el trabajo como mesero en suelo norteamericano.