Desde hacía meses Bucaramanga se habría convertido en uno de los escondites ‘perfectos’ para integrantes de la red ilegal encargada de comercializar medicamentos adulterados. De manera literal, ‘jugaban’ con la salud de cientos de pacientes con enfermedades de alto costo. El negocio se habría extendido a varias ciudades.
En total, 8 personas fueron capturadas en operativos simultáneos en Palmira y Buga (Valle del Cauca), Pereira (Risaralda), Medellín (Antioquia) y la capital de Santander.
La red criminal, se presume, extraía medicinas de uso institucional de hogares geriátricos o los obtenía en entidades de salud o de contrabando, en mal estado o vencidos.
Luego los alteraban, les borraban los registros de fabricación, las fechas de vencimiento y otros métodos de identificación para, posteriormente, ponerlos a la venta.
Las pruebas señalaban que los productos farmacéuticos adulterados eran enviados a cualquier ciudad en buses intermunicipales como encomiendas, entre neveras de icopor y sin las medidas de conservación.
También los comercializaban a menor precio en droguerías, a través de distribuidores que los reingresaban al sistema de salud.
Las actividades investigativas permitieron conocer que en centros de atención para los adultos mayores, cambiaban auténticos por productos falsos para enfermedades como cáncer, diabetes, artritis, hipertensión, hemofilia y afectaciones respiratorias, cardiovasculares y psiquiátricas.
Hasta que La red cayó
Con las pruebas aportadas por pacientes y otras personas, las autoridades realizaron los operativos donde también incautaron más de una tonelada de drogas alteradas, cuyo valor podría alcanzar los 25.000 millones de pesos.
De manera adicional encontraron $300 millones en efectivo, 13 mil dólares, discos de almacenamiento, teléfonos celulares, documentos contables y otros elementos.
Entre los detenidos está una enfermera de un hogar geriátrico, además de los encargados de mantener contactos con las entidades de salud, los coordinadores de las actividades de adulteración y los que distribuyen los medicamentos.
También figuran entre los procesados: Luis Eduardo Aguirre Morantes, Blanca Stella Torres Hurtado, Martha Cecilia Palacios Mena, Melba Galvis López (enfermera), Manuel Pantoja Beltrán, Luis Antulio Maldonado Cáceres, Gabriel de Jesús Granada Taborda, Joselín Ararat Ospina (capturado en flagrancia).
La Fiscalía les solicitó a los Jueces de Control de Garantías imponer medidas de aseguramiento privativas de la libertad, teniendo en cuenta en que hacían desdén de la vida de las personas mayores.
Les imputaron cargos por corrupción de alimentos, medicamentos o material profiláctico; enajenación ilegal de medicamentos; usurpación de derechos de propiedad industrial; ilícita explotación comercial y concierto para delinquir.
