El corazón de Orlando Velasco Camargo, de 36 años, dejó de latir mientras paramédicos de una ambulancia hacían todo lo posible por mantenerlo con vida cuando lo trasladaban hacia el Hospital Internacional de Colombia, HIC, después de sufrir un terrible accidente de tránsito cuando se movilizaba en su motocicleta por la vía que de Piedecuesta conduce a Floridablanca.
Pasadas las 7:00 de la noche, llegando al kilómetro 84 + 70, frente a la sede de Copetran, perdió el control y habría chocado contra el separador. Por el impacto salió expulsado pero antes de caer, lo habría golpeado un vehículo. Quedó tendido en el carril contrario.
Su Yamaha FZ de placa MMQ-44F quedó al otro lado y, como era de esperarse, su tragedia ocasionó caos en la movilidad.
Pasó poco tiempo para que llegaran paramédicos en su auxilio e hicieran maniobras para estabilizarlo, pero sus signos vitales eran débiles. Murió entre los alaridos de la sirena que pedía vía buscando su salvación.
Todos tienen de él buenos recuerdos
“Era un personaje. Te sacaba una sonrisa en cualquier momento. Extrañaré su tomadera de pelo. Qué buen trabajador fue siempre”, manifestó uno de sus amigos.
La noticia impactó a varios de sus compañeros de trabajo, quienes no entienden qué pudo ocurrir.
Los llena de nostalgia el vacío que dejó Orlando. Todos los días les “arrancaba” una sonrisa y hacía sus jornadas laborales más llevaderas.
Velasco Camargo trabajaba como estucador, era oriundo de Cúcuta y actualmente residía en el barrio El Reposo, de Floridablanca; sin embargo, gran parte de su vida residió en Piedecuesta.
“Sin lugar a dudas, una gran persona. Responsable. Recochero. Nos deja muchas enseñanzas porque más que un amigo o socio, lo sentía como mi hermano. Era una único, es difícil encontrar personas así”, expresó otro de sus allegados.
“El gran padre, amigo y esposo”, esa es huella que dejó, así lo recordarán aunque se fue sin despedirse.
