Cuando llegó a las manos de la Policía la orden de captura, los sospechosos a quienes no perdían de vista iban a bordo de un taxi por el centro de Bucaramanga. Entonces interceptaron aquel amarillo.
Allí iban como pasajeros alias “Richard” de 54 años y su hijo “Melvin” de 25.
Los uniformados los hicieron bajar para leerles sus derechos con base en la orden emitida por el Juzgado Penal Municipal de Garantías de Girón. Les informaron que están sindicados por el homicidio de Javier Augusto Macareo Carvajal.
Las autoridades dijeron que habrían llegado en motocicleta hasta la casa de Macareo, de 42 años y que alias “Melvin” -quien iba como parrillero- desenfundó un arma y le disparó en dos ocasiones a Macareo. Luego, emprendieron la huida en una motocicleta que -se supone- conducía alias “Richard”.
Berenice Calderón Salazar, esposa de “Richard” y madre de “Melvin”, estaba iracunda ayer. Dice que las acusaciones que pesan sobre su marido no tienen fundamento. “Él no estuvo manejando la moto y no participó del homicidio. Cuando eso pasó estábamos compartiendo el día del padre en el barrio Conquistador y no se movió para nada de ahí.
“Hay testigos que lo confirman y estamos pidiendo los videos de las cámaras de la entrada del barrio así como las de Convivir”, dijo.
Sin embargo, serán las autoridades competentes las encargadas en esclarecer las responsabilidad de los sindicados.
Sobre los móviles del crimen, según versión entregada por los familiares de la víctima, “Melvin” tuvo una discusión con Javier quien era su tío político, en una reunión familiar. Al siguiente día ocurrió la tragedia.