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Con rosas piden justicia por el asesinato de una mujer durante un atraco en Bucaramanga

Ana Marcela Calderón González, de 38 años, murió tras recibir un disparo en medio de un hurto de $15 millones. Su esposo, a un año del crimen, clama por justicia.

Un año esperando justicia por la muerte de Ana Marcela Calderón González, asesinada en medio de lo que se ha investigado como hurto en el barrio Cabecera de Bucaramanga, lleva Jhon Alexander Jerez.

En señal de protesta ante la impunidad que se ha visto durante el primer año de ocurrido los hechos, este hombre viene desde hace tres días recorriendo la ciudad y entregando rosas acompañadas de un mensaje con la noticia del fatídico hecho.

“Esta es una campaña en memoria a Marcela Calderón. Llevamos tres días en diferentes partes de la ciudad (Cabecera, Centro, Cañaveral) repartiendo una rosa con un mensaje en honor a Marcela para llamar la atención a las autoridades y que se esclarezca el caso, que ya den con los culpables, con los asesinos”, dijo Jhon, esposo de la víctima, a Q’hubo.

Y es que exactamente este viernes 10 de noviembre se cumplió un año de aquel día en el que la mujer de 38 años perdió la vida a manos de delincuentes en la calle 51 entre carreras 32 y 33 del barrio Cabecera.

Con rosas piden justicia por el asesinato de una mujer durante un atraco en Bucaramanga

“Salimos de retirar $15 millones de Bancolombia del Centro e íbamos en un taxi para el Banco de Bogotá de Cabecera y una cuadra antes nos abordaron cuatro delincuentes en dos motos y entraron disparando”, recordó con la voz entrecortada el compañero sentimental.

En medio del atraco, Ana Marcela recibió un disparo en el tórax y pese a ser trasladada a la Clínica Bucaramanga llegó sin signos vitales.

Con rosas piden justicia por el asesinato de una mujer durante un atraco en Bucaramanga

Jhon Alexander también resultó con dos heridas por arma traumática en el brazo izquierdo, pero logró recuperarse sin ningún problema.

Calderón González era oriunda de Bucaramanga, se había casado con Jhon y producto de esto tenía dos hijas, una de 19 años y otra de 11 años.

La mujer trabaja junto con su esposo administrando un hotel campestre ubicado en área rural del municipio de Sabana de Torres.

“Los fiscales dicen que están investigando, pero no hay ninguna persona capturada todavía. Quiero que esto no quede impune”, concluyó el hombre.

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