Macabro, no se puede calificar de otra manera. El pasado 12 de julio un espeluznante crimen ‘salió a flote’, el cuerpo de Óscar Javier Rueda Beltrán, de 28 años, fue hallado sin vida en el río Suratá, sector del puente El Amarillo, en la vía que comunica a Matanza, al norte de Bucaramanga.
El cadáver tenía evidentes señales de un crimen: estaba desnudo y con heridas en el cuello y los brazos. De entrada, se descartó la posibilidad de ahogamiento. A Óscar lo degollaron. Para ese entonces, fue llevado a Medicina Legal como N. N.
Sin embargo, como dicen los expertos en criminalística, “los cuerpos ‘hablan’”, dan señales”. En este caso, eso ocurrió. Investigadores del CTI fueron uniendo una a una las fichas y lograron determinar que Óscar habría sido asesinado en otro lugar y luego los criminales habían lanzado el cadáver al río, buscando ‘eliminar’ cualquier evidencia.
Para cuando fue hallado, a las 8:00 de la mañana, Óscar Javier no tenía mucho de haber sido asesinado. Según manifestaron los bomberos que realizaron el rescate, no llevaba muchas horas sumergido en el Suratá.
Durante casi dos meses, se adelantaron labores investigativas en las que se incluyeron entrevistas, interceptaciones telefónicas a familiares de las víctimas, búsquedas selectivas, entre otros. Con esto se pudo establecer que la muerte del hombre había ocurrido en otro lugar.
De acuerdo con las primeras labores investigativas, el crimen tuvo lugar en el barrio Betania, al norte de Bucaramanga.
Allí, Nancy Natalia Pérez Bermúdez, compañera sentimental de la víctima, le habría quitado la vida agrediéndolo en reiteradas ocasiones con un arma blanca: le atravesó el cuello. Quizá Óscar intentó defenderse porque también tenía heridas en un brazo.
Una vez cometido el hecho y con la intención de ocultarlo todo, Nancy Natalia, al parecer con complicidad de su progenitora, Analsi Milena Bermúdez Reyes, se trasladaron en un vehículo hasta el río Suratá para arrojar el cadáver.
Con las evidencias recopiladas, en horas de la madrugada de este miércoles 6 de septiembre, agentes del CTI y uniformados del Batallón Caldas del Ejército Nacional, llegaron hasta la carrera 10 con calle 24N del barrio Balcones del Kennedy, en el norte de la ciudad, para arrestar a madre e hija.
Es de destacar que las mujeres recientemente habían cambiado de vivienda, al parecer, para evadir el cerco de las autoridades judiciales.
Quedaron a disposición de la Fiscalía para responder por los delitos de homicidio agravado en concurso con ocultamiento, alteración o destrucción de elemento material probatorio.