Publicidad

Lo que se sabe del fleteo en el que fue asesinado un comerciante en Piedecuesta

Cuando Piedecuesta trataba de recobrar la tranquilidad después de los hechos violentos registrados esta semana, otro crimen revivió el pavor. Una familia de reconocidos comerciantes fue víctima de un ataque de fleteros que los siguieron desde que salieron de una entidad bancaria con una jugosa suma de dinero.

Las autoridades aseguran que Julián Darío Soto, de 25 años, acababa de retirar $80 millones de un préstamo que había solicitado. Iba de regreso a su casa en una camioneta Mazda de placas ABM546. Lo acompañaba Luis Domingo Soto, su papá. 

Cuando llegaron a la residencia, en la carrera 13 con calle 6 del barrio San Rafael, fueron abordados por varios sujetos en motocicletas. 

Dos tiros que se escucharon en la cuadra bastaron para que los vecinos se resguardaran. Fue la primera reacción de supervivencia. “Luego escuchamos una moto que arrancó a toda y salimos a ver qué había ocurrido. Vimos al señor Luis con el otro hijo, forcejeando con uno de los ladrones. Julián estaba en el piso, bocarriba, herido a tiros”, dijo un testigo.

De inmediato corrieron para ayudar detener al ladrón. Era el parrillero y -se presume- quien disparó. Lo derribaron, lo golpearon hasta sangrar y le quitaron el revólver. El hermano de Julián lo sujetó del cuello con sus brazos, mientras hallaban con qué amarrarlo para que no escapara. 

“¡Ayuda, ayuda. Por favor una ambulancia!”, eran las súplicas de Luis Domingo por su hijo, a pesar de que también fue baleado. Le dispararon en una pierna; sangraba. Su cabeza también estaba empapada, le propinaron varios golpes con la cacha de un arma. Una vecina le levantaba la cabeza a Julián y otra le daba primeros auxilios.

“¡Busquen un cartón para echarle aire…!”, clamaban desesperadas las mujeres. Fueron momentos eternos de angustia por mantenerlo con vida. 

Cuando llegó la Policía, señalaron de inmediato al sujeto a quien mantenían inmovilizado en el andén. “¡Él fue quien disparó!”, gritaban llenos de furia. Entre varios cargaron a Julián y lo subieron al vehículo de la Policía. Ahí mismo se llevaron al atacante.

Julián fue llevado a un centro hospitalario donde le hicieron varias reanimaciones, pero no resistió. El impacto que recibió en el pecho fue letal. 

La noticia de sobre su deceso consternó a los habitantes del barrio, porque sintieron que habían hecho todo lo posible por ayudarlo. El botín que pretendían llevarse, fue recuperado, pero nada compensa la vida que arrebataron. Entre las muchas cosas que se especulaban en el sitio, decían que venían de La Cumbre, en Floridablanca, y que serían cuatro los asaltantes. 

“Los ciudadanos no aceptan el acompañamiento de la Policía”

El Coronel Luis Quintero, Subcomandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, enfatizó en que los ciudadanos en la mayoría de los casos, no aceptan o no solicitan el acompañamiento de la Policía. “Tenemos dispuesto un personal para que acompañe a los ciudadanos en esas transacciones y evitar el actuar de estos tipos que se especializan en el delito”, dijo.

Agregue a Q'hubo Bucaramanga a sus fuentes de información favoritas en Google Noticias aquí.
Publicidad

Otros artículos

Síguenos

0SeguidoresSeguir
4,304SeguidoresSeguir
4,890SuscriptoresSuscribirte
Publicidad

Últimos artículos

Publicidad
Publicidad