Cerca de 40 migrantes que viajaban hacia Medellín desde Cúcuta sufrieron un grave accidente en El Playón, Santander, en la madrugada del sábado 22 de julio. Todos eran conocidos, venían de la misma ciudad y tenían el mismo plan: atravesar el Tapón del Darién para llegar a Estados Unidos.
“Salieron desde Cúcuta a vivir el sueño americano. En la mañana del lunes llegaron a Cúcuta y ayer salían a Medellín. Pero la noticia llegó a las 5:00 de la mañana porque el bus cayó al abismo. Los familiares que sobrevivieron al accidente nos cuentan que el conductor venía corriendo. Todos estaban mareados, los niños venían que se vomitaban”, contó Consuelo Sanguino, cuñada de una de las víctimas mortales.
Sanguino contó que también es familiar de la menor de ocho años que falleció en el siniestro, quien se dirigía a Estados Unidos a encontrarse con su papá. En el bus también se movilizaba la hermana de Consuelo Sanguino y su sobrina de un año, las dos sobrevivientes del accidente.
De acuerdo con la familiar, todos los ocupantes del bus venían desde un municipio llamado Caja Seca, ubicado al sur del Lago de Maracaibo, en Venezuela.
En entrevista con Q’hubo, Consuelo aseguró que no han tenido contacto ni con el conductor del bus ni, con personal de la empresa de transportes para determinar qué pasó y cómo será el apoyo a las víctimas.
“No sabemos nada. No nos lo han dejado ver porque nos dicen que no están en condiciones. Nos pidieron documentos de quienes vamos a reclamar los cuerpos. Estamos esperando que la empresa responda. No sabemos a dónde van a llevar los cuerpos”, dijo Sanguino.
