Hay dolor, tristeza y conmoción en Arjona. Luciana Muñoz Morelos, una niña de apenas 4 años, falleció en un fuerte incendio que consumió su vivienda en la noche de este domingo 16 de julio.
La tragedia ocurrió a eso de las 10:40 p. m., en momentos en que en gran parte de Arjona no había fluido eléctrico. En la calle La Esperanza, del barrio San Rafael De la Cruz, la luz se fue a partir de las 6 de la tarde.
Jorge Dáger, tío de la menor, le confirmó a El Universal que Luciana y su hermana mayor, Melany, de 8 años, quedaron solas en la casa, con una vela encendida.
“Mi hermana dejó la vela encendida y salió un momento, pero ya cuando regresó encontró la casa en llamas. Le echamos arena, agua, le echamos de todo, pero no pudimos hacer nada. Lastimosamente la sobrina mío quedó adentro y no la pudimos sacar”, cuenta con profunda tristeza Jorge Dager.
A Melany la lograron rescatar a tiempo de entre las llamas y la trasladaron de inmediato al Hospital Local de Arjona. La niña tiene quemaduras de segundo grado y en la misma noche del domingo la remitieron a la Casa del Niño, en Cartagena.
Jorge Dager dice que los Bomberos llegaron mucho tiempo después, cuando ya la vivienda había sido consumida en su totalidad por el fuego.
Luciana estudiaba en un jardín infantil en ese mismo barrio y era hija de Yenifer Martínez, que además tiene otros tres hijos que estaban con ella fuera de casa.
Allegados confirmaron que mientras esperaba que la luz llegara, Yenifer se quedó con tres de sus cinco hijos frente a su vivienda.
Luciana y Melany dormían con la vela encendida cuando ocurrió la tragedia. Tal parece que la brisa provocó que la vela cayera sobre un plástico y eso hizo que las llamas se propagaran rápidamente en la casa, construida de zinc y madera.
El cuerpo de la menor fue trasladado esta madrugada a la morgue de Medicina Legal, mientras que sus familiares sigue pendientes del estado de salud de su hermana.
El amanecer ha sido muy distinto hoy lunes 17 de julio en el barrio San Rafael. Hay tristeza y mucho dolor entre sus habitantes. Aunque el fluido eléctrico se normalizó a las 2 de la madrugada, nadie ha podido dormir.