Se trata de Pablo Hernández Sanabria de 29 años de edad, que falleció mientras iniciaba sus labores al interior de una mina de carbón en la vereda Corinto, en Landázuri, Santander.
La muerte del joven minero, que residía en esa población, ocurrió en la mañana del sábado cuando junto a otros cinco obreros ingresaron al socavón sin revisar los niveles de gases tóxicos.
Pablo entró de primero e inhaló el aire contaminado y mientras sus compañeros salieron con vida del lugar, él no alcanzó y murió dentro de la mina.
El CTI de la Fiscalía de Cimitarra se encargó de las diligencias de levantamiento del cuerpo.
Sus familiares le brindan la cristiana sepultura en el municipio de Landázuri.
Mientras tanto los habitantes han pedido y exigido a las autoridades que se hagan los controles de funcionamiento y se verifique si se cumplen con las normas de seguridad.
La Alcaldía aseguró que esta mina no tiene más de cinco años funcionando y cuenta con los papeles en regla para ejecutar este tipo de tareas.
