Justamente en medio de uno de estos episodios violentos, la Policía logró la captura de Jesús Alberto Pérez Bohórquez, como fue identificado el señalado agresor, esta semana en la calle 4 con carrera 15 del barrio Las Delicias de Piedecuesta.
De acuerdo con la información recopilada por las autoridades, ese día la afectada recibió una llamada por parte de la madre de su ex, invitándole para que se vieran un establecimiento aledaño a su lugar de trabajo en el municipio ‘garrotero’.
La mujer acudió al lugar y allí se encontró con Jesús Alberto, de 27 años, quien quería insistir para que, a través de diversas amenazas, regresara a vivir con él.
“Yo les dije que no, que ya no lo quería y no iba a volver. Él empezó a gritar y me dijo que ahí se tenía que morir alguien, sea él o yo”, fue el relato que la afectada le entregó a la Fiscalía.
La madre de Jesús se fue en una moto del sitio, no sin antes dar aviso a la Policía.
“Me jaló del brazo llevándome a la fuerza, sacó un cuchillo y me lo puso en la cintura, que me fuera con él o si no ahí mismo me picaba. Cada vez gritaba más fuerte”, siguió contando la víctima.
Al lugar llegó la Policía tras haber sido alertada por una amiga de la joven de 28 años. Al ver a los uniformados, Pérez Bohóquez soltó el cuchillo y la mujer le suplicó a los policías que la ayudaran, pues su vida corría un grave riesgo. Fue entonces cuando el hombre fue esposado y capturado.
Un ciclo de violencia
El pasado martes el señalado agresor fue presentado en audiencias concentradas. Se legalizó la captura y la Fiscalía le imputó cargos por el delito de violencia intrafamiliar agravada, al cual no se allanó
Durante la diligencia judicial se reveló que desde hace un año la joven tomó la decisión de no seguir conviviendo con Jesús, con quien además tiene un hijo de 2 años, debido a que, al parecer, este recayó en el consumo de estupefacientes y empezó a demostrar comportamientos violentos hacia ella, golpeándola y dejándola encerrada en la casa.
Ella tomó la decisión de irse a vivir con su madre, pero el procesado cada vez que quiere ha buscado la forma de atormentarla.
“Se metía a la casa por los techos en la madrugada, a sacarme a mí y a mi hijo, tiraba piedras a la casa y varias veces fue con una pistola a amenazarme de muerte”, relató el ente acusador en la audiencia.
La situación escaló a tal punto en que la mujer tuvo que pedir una medida de protección en la Comisaría de Familia. Sin embargo, esto no lo detuvo y siguieron los acosos por distintos medios.
“Pido que se consideren de mí, no quiero que me pase nada a mí ni a mi familia. Todos los días trabajo y mi expareja no hace sino atormentarme, amenazarme y tenerme a la fuerza y yo por miedo de que nos haga algo accedo. Ya me cansé de tanta cosa, les pido ayuda”, fue la súplica hecha por la víctima.
El procesado, durante la audiencia, afirmó que se comprometía a no buscarla más.
Una Juez decidió enviarlo a la cárcel, bajo medida de aseguramiento.