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La historia de un cadáver que fue llevado por sus familiares a Medicina Legal de Bucaramanga

Un hombre de 29 años falleció en un accidente de tránsito en la vía entre Matanza a Bucaramanga. Iba como parrillero y chocó contra otra moto y un bus

Luis Alfredo Rojas Solano, de 29 años, perdió la vida cuando la motocicleta en la que iba como parrillero chocó contra otra moto y un bus en el sector conocido como La Playa en la vía entre Matanza y Bucaramanga.

La víctima era un hombre dedicado a oficios varios, entre ellos la agricultura y la construcción.

En la mañana del domingo emprendieron un viaje desde la vereda Santa Bárbara de Matanza hacia la capital de Santander. La moto era conducida por su padre, don Luis Enrique Rojas.

Cuando llegaron al kilómetro 2 del sector puente militar, a las 11:40 de la mañana, don Luis Enrique quiso adelantar un bus, pero no se percató que venía otra motocicleta y se presentó la colisión en la que también chocaron contra el vehículo de transporte de pasajeros.

Luis Alfredo murió de manera instantánea y su cuerpo quedó sobre la carretera sin que nada se pudiera hacer por auxiliarlo.

Su padre que manejaba la motocicleta, marca Yamaha Pulsar 180 de placa UFE-54A, fue remitido al Hospital Universitario de Santander por múltiples traumatismos. El conductor de la otra moto que fue identificado como Henry Lizcano Durán, de 46 años, que reside en el municipio de California fue conducido al Hospital de Matanza con heridas leves.

Nadie levantó el cuerpo

Después de seis horas de permanecer tendido el cuerpo sin vida de Luis Alfredo sobre la vía, sus familiares pidieron el apoyo de la Secretaría de Salud de Charta para el acta de defunción.

Como no apareció autoridad competente para su levantamiento lo embalaron y lo trasladaron en el platón de una camioneta hasta Medicina Legal de Bucaramanga.

Sobre las 7 de la noche el cuerpo llegó a Medicina Legal y por no ser entregado por una autoridad competente no se permitió el ingreso a las instalaciones.

Los familiares decidieron a las 8 de la noche llevarlo a la Fiscalía para que se adelantarán los trámites pertinentes y solo hasta la medianoche se logró su ingreso a la morgue del barrio Campohermoso.

“Es lamentable lo que sucedió, pero ya lo vamos a enterrar después de ese drama para que nos lo recibieran en Medicina Legal, este es otro claro ejemplo del olvido en el que las autoridades tienen a la provincia de Soto Norte, ni los muertos los levantan”, señaló un familiar.

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