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Motociclista salvó a su sobrina de morir en un accidente en Santander

Una imprudencia al intentar adelantar un camión por el costado derecho habría sido la causa por la que falleció el hombre de 40 años. Viajaba con su sobrina, menor de edad, que salió ilesa del accidente

El luto y el dolor se han apoderado de los familiares de Jhon Jairo Martínez Cruz, de 40 años de edad, el motociclista que perdió la vida al ser arrollado por un tractocamión en el sector conocido como ‘Hoja de Tabaco’ en la vía entre San Gil y Socorro.

Las causas del accidente se atribuyen a una posible imprudencia del motociclista al adelantar por el costado derecho. Sus seres conocidos comentaron que antes de perder el control de su moto logró salvarle la vida a su sobrina.

Jhon Jairo, que era soltero y sin hijos, recogió a la menor de 16 años y la llevaba a la residencia donde convivía con la hermana mayor de la víctima en San Gil. Conducía una motocicleta marca AKT de placas HEW-72C.

Cuando se desplazaban por la vía nacional a las 6:55 de la tarde del martes, al parecer al adelantar por la derecha a un tractocamión marca Volvo de placas SXL-449 que transitaba en el mismo sentido, la motocicleta se inclinó en una cuneta y Jhon Jairo fue alcanzado por las llantas delanteras.

A su sobrina, según el relato de la joven de 16 años, la alcanzó a empujar antes de que fuera arrollada por el vehículo. La menor cayó en la cuneta sufriendo lesiones leves.

“Salvó a mi hija si no la tragedia hubiera sido mayor. Era siempre muy respetuoso de las normas de tránsito. Pero esa noche estaba destinado a perder la vida. Ya iban para la casa”, expresó la hermana de Jhon.

Mientras la menor era auxiliada, el tío murió en el lugar. Pese al esfuerzo de paramédicos por reanimarlo ya no tenía signos vitales. El CTI se encargó del levantamiento del cuerpo con acompañamiento de la Policía.

“Los motociclistas deben tener mucho cuidado en esa cuneta, no adelantar por la derecha, debido a la inclinación y el barro que se acumula cuando llueve, esto se convierte en una trampa mortal”, señaló un habitante.

Jhon Jairo era mototaxista y domiciliario, vendedor puerta a puerta de mochilas Wayúu y juez de ciclismo. Nació en Bucaramanga, pero desde hace siete años se fue a vivir con su familia a San Gil.

“Era un maravilloso ser humano, excelente persona, dedicado a su trabajo y que ayudaba a otras personas a salir adelante con sus emprendimientos. Era el segundo de tres hermanos”, dijo un conocido.

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