La noche del pasado 25 de diciembre, en el apartamento 316 de un edificio del barrio La Pedregosa, en Bucaramanga, una mujer identificada como Andrea Karina Gaviria Bonilla de 32 años, fue encontrada sin vida. El informe oficial señaló que murió por asfixia mecánica, es decir ahorcada.
La hipótesis inicial se basó en la versión entregada por una amiga que manifestó que habló con Andrea Karina por celular y la víctima le dijo que su esposo la había golpeado y por eso quería quitarse la vida.
“Cuando ingresé a su vivienda, ella estaba suspendida con una cuerda en el cuello, en una ventana de una habitación. No pude hacer nada por salvarla, desperté a su compañero sentimental y él se sorprendió por la lamentable escena”, fue la versión que la amiga les entregó a los investigadores.
La mujer vivía en unión libre junto a Elkin Arturo Aragón Trillos, de 36 años, comerciante de licor de Sanandresito Centro quien presentaba antecedentes por estafa, amenazas, inasistencia alimentaria, abuso de confianza y calumnia.
Fruto de esa relación tenían un pequeño de tres años, quien en el momento de su fallecimiento estaba presente en el apartamento.
Culpan al esposo del Feminicidio
La versión sobre un suicidio no convenció a los investigadores de la Policía Mebuc. Habían dudas sobre la forma como murió y la pasividad de su compañero al no impedirlo.
Desde el momento de la muerte de Andrea Karina, la Sijin inició una ardua investigación que permitió señalar a Elkin Arturo Aragón Trillos, el esposo de la mujer, como el principal sospechoso de su asesinato.
Todo parece indicar que manipuló la escena del crimen para que cuando llegará la amiga al apartamento, fuera ella la que reportara el presunto suicidio.
Con las suficientes evidencias que lo incriminaban, agentes de la Seccional de Investigación Criminal materializaron la orden de captura por feminicidio agravado en la ciudad de Valledupar, su lugar de nacimiento y residencia.
“¿Qué pasó? Dios mío, vengo es a ver a mi hijo”, fue lo que dijo Elkin Arturo. En vía pública lo detuvieron y visiblemente confundido, les preguntó a las autoridades qué estaba pasando y cuando le confirmaron que su captura obedecía al presunto delito de feminicidio de su compañera sentimental dijo: “¿Cómo así que feminicidio?”.
A las 3:00 de la tarde del martes 14 de marzo, en la zona centro de la capital del Cesar, el hombre fue esposado, mostrando siempre su confusión y asombro ante la diligencia judicial. Al leerle la orden, emanada del Juzgado Once Penal con Funciones de Garantías de Bucaramanga, se conocieron nuevos detalles del asesinato de Andrea Karina.
“Estaban departiendo y consumiendo bebidas alcohólicas, momento en que se desata una discusión por celos, la golpea en repetidas oportunidades con las manos y posteriormente con una cuerda la asfixia ocasionándole fractura en el hueso hioides y en consecuencia la muerte. Posterior a ello, con el ánimo de encubrir el hecho, suspende el cuerpo de la mujer en la ventana de la habitación con el fin de simular un suicidio”, se resaltó en el informe oficial.
Otros aspectos de interés indicaron que Andrea Karina sufrió de violencia física y psicológica desde hace más de 4 años.
Al analizar la escena del presunto suicidio en el apartamento también se estableció que, “era imposible que la víctima se suspendiera en una ventana de una habitación, en la necropsia se logró identificar lesiones que representan signos de defensa, al igual que la forma que en la que se generó el surco de presión, el cual descartó el suicidio y afirmó la agresión a la víctima y su asfixia mecánica”.
Se esperan las audiencias de legalización de captura, imputación de cargos, que en este hecho la Fiscalía le imputará el feminicidio agravado, y la imposición de la medida de aseguramiento.
El hombre fue trasladado a Bucaramanga.
