Tristes, pensativos y acongojados estaban ayer los familiares de Blanca Carrillo en las instalaciones de Medicina Legal, mientras esperaban que pudieran retirar el cuerpo de la mujer para hacer las honras fúnebres respectivas.
La mujer, de 72 años, sufrió un infarto, el lunes, en su casa ubicada en la calle 108A con carrera 45 del barrio Zapamanga (etapa IV), en Floridablanca, a las 11:30 de la mañana cuando tomaba un baño rutinario antes de ponerse a planear el almuerzo junto con su esposo, con quien compartió por más de cuatro décadas de matrimonio.
“Ella trabajaba vendiendo tintos en ‘El Campanazo’, era muy reconocida, estuvo toda la vida en ese sector. Se paraba a las 12:00 de la noche, ponía a preparar el tinto y a la 1:30 de la madrugada salía”, explicó el esposo de Blanca.
Agregó que “ella ese día llegó a las 6:30 de la mañana y se acostó a dormir, más tarde se levantó y se fue a bañar como siempre lo hacía, a las 11:30 de la mañana, cuando fue que escuché un estruendo en el baño”.
El esposo, un adulto mayor, fue a verificar y encontró a su señora en el suelo con los ojos cerrados y respirando muy fuerte.
Asustado alertó a un sobrino enfermero que estaba cerca, sin embargo seguía insistiéndole a su pareja, todavía con vida, que intentara recostarse.
“Cuando el sobrino llegó le tomó el pulso y ya había fallecido. Al rato llegaron las autoridades y nos explicaron que iban a dar el llamado a los funcionarios del CTI de la Fiscalía para hacer el procedimiento de levantamiento”, dijo su esposo con tristeza.
Nunca faltó la bondad
Lo que más resaltaron sus hijos y su esposo, es que Blanca era una mujer que daba todo por los demás, según ellos, a diario regalaba más de un tinto, pipa o cigarrillo a los habitantes de calle que transitaban por el sector, y ellos a su vez, en ocasiones la ayudaban a trastear sus cosas.
“Era puro amor, hay varios de ellos que están tristes, ayer pasamos por el lugar y uno de los habitantes de calle estaba llorando por la noticia. Era muy querida”, aseguró una de sus hijas.
‘La Estrellita del Sur’
Una de las cosas que más extrañarán sus familiares, será la melodiosa voz que Blanca entonaba cuando estaba haciendo aseo, el canto estuvo en gran parte de su vida, tanto así que en su juventud y parte de su adultez cantaba en eventos.
“Siempre cantó ranchera, a veces iba a bares o eventos en el barrio Bucaramanga, y a establecimientos de la carrera 27. Fue algo que se llevó hasta el final de sus días, la conocían como ‘La Estrellita del Sur’, no tenía una banda, era solo ella con un micrófono y vestida como mariachi”, señaló con nostalgia el esposo.