Un extrabajador del hospital Tunbridge Wells en el condado de Kent (Reino Unido) admitió haber asesinado a dos mujeres en 1987 y haber abusado sexualmente de al menos 100 cadáveres de mujeres, incluidos niños.
En el cuarto día de su juicio por asesinato, ayer, en el Tribunal de la Corona de Maidstone, David Fuller, de 67 años, cambió su declaración de culpabilidad.
Anteriormente admitió cuerpos de abusos sexuales en dos morgues de hospitales de Kent durante 12 años. Fuller había admitido anteriormente haber matado a las mujeres sujetas a “responsabilidad disminuida”, pero negó el asesinato.
La jueza Cheema-Grubb ordenó al jurado que lo declarara culpable de ambos cargos de asesinato, después de que fue reordenado.
La Fiscalía británica emitió un comunicado en el que informaba que en el domicilio de Fuller se encontraron unos discos duros que “revelan pruebas de prolíficos delitos sexuales de un tipo que ningún tribunal del Reino Unido había visto antes.
Entre 2008 y 2020 el hombre se filmó y fotografió a sí mismo abusando sexualmente de los cuerpos de decenas de mujeres y niñas en dos morgues del hospital Tunbridge Wells.
El electricista de oficio fue detenido en 2020, tras confesar el asesinato de dos mujeres y decenas de vejaciones sexuales a cadáveres en morgues.
El bautizado como el “asesino del dormitorio”, quien fue identificado gracias a las últimas técnicas de ADN, admitió sus delitos ayer durante el cuarto día de su mediático juicio al que se le está sometiendo en Reino Unido.
Los dos asesinatos que ha reconocido el hombre son los de Wendy Knell y Caroline Pierce en 1987 en Tunbridge Wells en el condado de Kent.
Fuller se enfrenta a una pena máxima de dos años de prisión por el abuso de cadáveres. Por los asesinatos de Wendy Knell y Caroline Pierce podría recibir una pena de cárcel de por vida.
