Los talibán mantienen este viernes su férreo control de los accesos al Aeropuerto Internacional Hamid Karzai, epicentro de una cascada de evacuaciones internacionales a la que cientos de ciudadanos locales intentan acceder de forma desesperada, buscando atravesar un cordón insurgente en el que se registran disparos al aire o latigazos.
El Ministerio de Exteriores alemán ha reconocido que la situación en torno al aeródromo sigue siendo «peligrosa y volátil» y la Embajada habla de un contexto «extremadamente confuso», como atestigua una persona consultada por la agencia de noticias DPA y que ha alertado de una desesperación creciente en las inmediaciones, donde habría cientos de personas.
El coordinador médico de la ONG Emergency, Alberto Zanin, ha advertido igualmente de «caos en la zona». Hasta el hospital que la organización gestiona en Kabul han llegado en las últimas horas «al menos» cinco nuevos pacientes con heridas de bala, procedentes de las inmediaciones del aeródromo, explica en Twitter.
Una portavoz del Gobierno de Alemania, Ulrike Demmer, ha confirmado que un ciudadano alemán ha sufrido una herida de bala precisamente cuando se dirigía al aeropuerto para ser evacuado y está recibiendo tratamiento médico. «Su vida no corre peligro», por lo que Berlín espera completar «pronto» su salida.
El secretario de Estado de Defensa británico, James Heappey, ha reconocido este viernes en declaraciones a la cadena ITV que algunos de los aviones fletados no han logrado despegar con todas sus plazas ocupadas, tal como ya le ha ocurrido a otros países durante estos últimos días.
«Sería egoísta mantener un avión en tierra hasta que estuviese completamente lleno si hay un avión italiano, español o estadounidense esperando, dando vueltas sobre Kabul», ha explicado, según la agencia Bloomberg.