Se trata de Nicola Priest, de 23 años, quien junto a su pareja Callum Redfern de 22, habrían propinado una fuerte golpiza a la pequeña de tres años porque no los dejó tener relaciones.
El indignante caso se presentó en Birmingham, Inglaterra. Al parecer la pequeña interrumpió a los sujetos porque no quería dormir, por lo que pedía que jugaran con ella.
La situación habría desatado la ira de la madre quien de forma violenta atacó con golpes a la pequeña. Autoridades la encontraron sin signos vitales en el interior de la vivienda tras una llamada de emergencia hecha por la progenitora.
Los exámenes médicos de la infante revelaron que tenía lesiones como costillas rotas, un esternón fracturado y fracturas en la parte inferior de la pierna.
La menor habría manifestado dolor antes de morir, sin embargo, la acusada habría hecho caso omiso. Tanto Priest como Redfern han sido condenados a 15 y 14 años de prisión por homicidio involuntario.
“Tú, Priest, no hiciste nada para buscar ayuda médica. Una llamada rápida podría haberle salvado la vida a Kaylee. Ambos mintieron repetidamente durante las entrevistas. Tú y Redfern fueron igualmente responsables. Kaylee era muy vulnerable y tú estabas en una posición de confianza. No hiciste nada para pedir ayuda”, dijo el juez del caso.
Arrepentida, la joven a través de Tiktok pidió perdón a sus padres por lo ocurrido.
“Lo siento mamá y papá. Sé que lo arruiné mucho. Debería haberlo hecho, debería haberlo hecho mejor”.