Las redes sociales son una herramienta valiosa para difundir información sobre diversas situaciones, y las experiencias de algunos pueden ayudar a que otros tomen precauciones. Este es el caso de Annie Eileen, una madre que se volvió viral en TikTok al compartir la difícil experiencia que vivió con su hija, quien pasó todo el día en la piscina.
Annie relató cómo su hija terminó en la UCI tras un pequeño incidente en la piscina, que inicialmente no parecía grave. Según cuenta, “Ella saltó al agua y solo fue cuestión de dos segundos. Inhaló un poco de agua y salió tosiendo, pero pensé que todo estaba bien”. Sin embargo, lo que ocurrió más tarde esa noche, al regresar a casa, la llenó de preocupación.
Annie continuó contando su experiencia, explicando que su hija subió a su cama a las 11:00 p. m., con fiebre y diciendo “no me siento bien”. Aunque el médico que consultó le aseguró que no había motivos de alarma, y sus amigos coincidieron en que parecía estar todo bajo control, Annie sentía que algo no estaba bien. Recordó haber leído sobre el “ahogamiento seco” en redes sociales, lo que la llevó a tomar la decisión de llevar a su hija al hospital.
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“Cuando llegué al hospital, me dijeron: ‘Si no la hubieras traído aquí, te habrías despertado con una hija fallecida a tu lado’”.
Allí, su hija fue trasladada en helicóptero a un hospital de mayor complejidad y permaneció en la UCI durante una semana. “No fue hasta el último día que mostró una mejoría. Fue aterrador. Todos deberían conocer los riesgos asociados al agua”, concluyó.
El ahogamiento en seco, aunque el término está desaconsejado en el ámbito médico, se refiere a una condición en la que se inhala agua por la nariz o la boca, lo que provoca un espasmo en las cuerdas vocales. Este espasmo cierra las vías respiratorias y evita que el aire llegue a los pulmones, causando dificultad para respirar. Según el Sistema de Salud Baptista, este fenómeno puede ocurrir incluso fuera del agua, después de haber tenido contacto con ella.
Es importante destacar que el término “ahogamiento en seco” ha sido cuestionado por especialistas, quienes prefieren hablar de complicaciones post-inmersión o eventos de casi ahogamiento. Sin embargo, el concepto sigue siendo utilizado coloquialmente para describir una situación en la que una persona parece estar bien después de haber ingerido agua accidentalmente, pero horas más tarde desarrolla síntomas graves como:
- Dificultad para respirar.
- Tos persistente.
- Fatiga extrema.
- Cambios en el color de la piel, como palidez o cianosis (coloración azulada en labios o uñas).
Estos síntomas pueden aparecer hasta 24 horas después del incidente inicial. En algunos casos, el agua inhalada causa inflamación en las vías respiratorias o desencadena un reflejo que afecta la capacidad del cuerpo para oxigenarse correctamente.
Es crucial monitorear de cerca a cualquier persona que haya tenido un incidente en el agua, incluso si inicialmente parecen estar bien. Si después de una inmersión o una ingestión accidental de agua se presentan síntomas como dificultad para respirar, somnolencia excesiva, irritabilidad o cualquier signo de malestar, es vital buscar atención médica inmediata. La intervención temprana en casos de posibles complicaciones relacionadas con el agua puede prevenir situaciones más graves.
Seguridad en las piscinas: cuidados esenciales para los niños
Con la llegada del calor, las piscinas se convierten en uno de los lugares favoritos para que los niños se diviertan y se refresquen. Sin embargo, es fundamental tomar ciertas precauciones para garantizar su seguridad y evitar accidentes. Aquí te presentamos algunas recomendaciones clave para disfrutar de la piscina de manera segura.
1. Supervisión constante La vigilancia es la medida más importante. Un adulto debe estar siempre atento y cerca de los niños mientras están en la piscina. Es recomendable organizar turnos de supervisión para evitar distracciones como el uso del teléfono móvil o la lectura de un libro.
2. Acceso controlado Es crucial asegurarse de que los niños no puedan acceder a la piscina sin la compañía de un adulto. Para ello, se pueden instalar barreras protectoras o utilizar otros dispositivos de seguridad.
3. Uso de dispositivos de flotación Los niños que no saben nadar deben usar dispositivos de flotación adecuados a su edad, como burbujitas o manguitos. Además, es aconsejable enseñarles a nadar lo antes posible.
4. Descansos regulares Es importante salir del agua cada media hora para descansar, beber agua y reaplicar protector solar. Durante estos descansos, se pueden realizar actividades tranquilas fuera del agua, siempre protegiéndose del sol con gorra, gafas de sol y camisetas de colores claros.
5. Reglas claras Establecer y hacer cumplir reglas claras sobre el comportamiento en la piscina es esencial. Esto incluye no correr alrededor de la piscina, no empujar a otros niños y no tirarse de cabeza en zonas poco profundas.
6. Mantenimiento de la piscina Mantener la piscina limpia y en buen estado es fundamental. Esto incluye revisar regularmente el equipo de aspiración y utilizar productos químicos de manera segura para mantener el agua en condiciones óptimas.
7. Equipos de seguridad adicionales Instalar alarmas de inmersión y cubrir la piscina cuando no esté en uso son medidas adicionales que pueden aumentar la seguridad. También es recomendable iluminar adecuadamente la piscina y su entorno.
8. Educación y concienciación Educar a los niños sobre los peligros del agua y la importancia de seguir las normas de seguridad puede hacer una gran diferencia. Involucrar a los niños en la creación de estas normas puede ayudar a que las respeten más fácilmente.
Siguiendo estas recomendaciones, se puede disfrutar de la piscina de manera segura y divertida, minimizando los riesgos y asegurando que los momentos de ocio sean placenteros para todos.