La Semana Santa es el tiempo más importante para la iglesia católica, creyentes de todas partes del mundo dedican esta semana, que este año inició el 2 y va hasta el 9 de abril, para conmemorar la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, con misas, procesiones, vigilias y oraciones.
El día viernes, 7 de abril, la iglesia se dedica a recordar la pasión y muerte de Cristo en la cruz y es la jornada con mayor cantidad de celebraciones en las iglesias y por fuera de ellas.
En las mañanas se realiza la procesión del Viacrucis, que son las más concurridas de toda la Semana Santa. En la tarde es la ceremonia de la adoración de la cruz y en las noches es el sermón de las Siete palabras y la procesión del sepulcro.
“En ningún lugar del mundo hay eucaristía, la celebración de ese día se llama acción litúrgica de la muerte del señor. Una ceremonia que nos pone de frente al calvario, que fue donde Cristo murió. Tampoco hay confesiones ni comunión”, comenta Diego Díaz, sacerdote delegado para comunicaciones de la Arquidiócesis de Medellín.
Según explica Díaz, la jornada del día tiene varios momentos. El primero es una procesión de todos los ministros (sacerdotes) hacia el altar, que está desnudo y sin decoración, “los ministros se postran y la comunidad de arrodilla para adorar la muerte de Cristo”.
Sigue la liturgia de la palabra, que son los cantos del “siervo doliente” y se proclama la pasión según el evangelista San Juan.
Generalmente es un día de luto y de mucho silencio dentro de las iglesias, a las que los católicos visitan en la noche para orar ante el sepulcro.