Las personas supersticiosas aseguran que cuando a uno le cae excremento de paloma es sinónimo de buena suerte.
Si eso fuera así, los deportistas que utilizan el coliseo Edmundo Luna Santos, en el sector de Real de Minas, serían las personas más afortunadas del planeta.
Sin embargo, eso está lejos de ser así y el exceso de excremento de estos animales es apenas uno de los pequeños problemas que tienen que enfrentar a diario para practicar sus diferentes disciplinas.
“Las clases las damos sobre excremento de palomas y con una gran cantidad de zancudos. Como grupo de las artes marciales tratamos de mantener un constante aseo, le pagamos a una persona, pero la cantidad de palomas y el mugre es muy difícil de controlar”, manifestó Henry Bohórquez, entrenador de la Liga Santandereana de Taekwondo, quien agregó que trabajar de esta manera es “muy difícil”.
Los afectados
Un promedio de 120 deportistas diariamente, de disciplinas como el boxeo, microfútbol, karate y taekwondo son los que se ven afectados por la precaria situación en la que se encuentra el escenario.
Además del problema con las palomas, los baños no están en buenas condiciones, los enchapes se encuentran ya en mal estado, la iluminación no aparece completa y las pocas luces que quedan están a punto de terminar su vida útil. Además, el maderamen de la cancha de microfútbol hace rato perdió el partido.
Así lo dio a conocer Róbinson Mosquera Montaño, el entrenador de la Liga Santandereana de Boxeo, quien explicó que el estado del escenario es “lamentable, por no decir deplorable, acá cuando llueve cae más agua adentro que afuera. El alumbrado está muy deficiente, hay cuatro o cinco bombillas que sirven, en la noche es difícil entrenar, los baños están en lamentable estado. Esas situaciones nos tienen incómodos y no podemos desarrollar nuestro trabajo con la dinámica que debiéramos hacerlo”.
En este mismo sentido se pronunció Henry Vargas, estratega de la Liga Santandereana de Karate-Do, quien confirmó esta lamentable situación.
El entrenador también contó con desde el principio del año “hay un proyecto que nos presentó el Inderbu, con la alcaldía (de Bucaramanga), vinieron, escucharon sugerencias, mostraron los planos. La idea de cómo queda el coliseo es muy bonita. Empezaba en agosto. El alcalde vino hace unos días a mirar, pero sinceramente no sé qué va pasar con el proyecto”.
Por su parte, uno de los padres de familia de los deportistas, quien prefirió no dar su nombre, aseguró que “este coliseo lo tienen olvidado. La infraestructura está deteriorada, las palomas se hacen popó, a veces los niños están entrenando y les cae en la cara, hemos sido testigos. Las tablillas de la cancha están partidas y otras levantadas, eso es un peligro para los que están jugando”.
El mismo padre de familia pidió una “remodelación total” del Edmundo Luna, escenario por el que han pasado cientos de medallistas nacionales de microfútbol, karate, taekwondo y boxeo.
¿Qué dice el Inderbu?
Pedro Ballesteros, director del Instituto de la Juventud, el Deporte y la Recreación de Bucaramanga (Inderbu), reconoció el mal estado del escenario y agregó que se están buscando los recursos para realizar la remodelación.
“Es un coliseo con varios años al servicio de la comunidad. El maderamen tiene casi 15 años de funcionamiento, ya cumplió su vida útil. La alcaldía de Bucaramanga tiene el diseño de la repotenciación del coliseo. Esperamos la visita próxima de la ministra del Deporte (María Isabel Urrutia) para plantear esta remodelación y lógicamente buscar recursos para el proyecto financiado”, dijo.
Ballesteros agregó que “hacer cualquier intervención diferente a la repotenciación planteada a través del proyecto implicaría generar daño patrimonial”, por lo que los arreglos parciales no se realizarán.
Es decir, los deportistas tendrán que seguir esperando a que la buena suerte, que en este caso no la dan las palomas, por fin les llegue y los recursos sean entregados por el ministerio del Deporte para tener un escenario digno.