Doña Natalia Rueda de Osma es una de las madres más orgullosas. Siempre quiso ver a su hijo dirigiendo al Atlético Bucaramanga y ahora no cabe de la dicha por ver cumplido el sueño.
“Hace más de 12 años que venía a visitarla y ella me preguntaba que cuándo iba a dirigir al Atlético. Ahora se dieron las cosas y ella está muy feliz”, indicó Armando ‘El Piripi’ Osma, el entrenador del cuadro ‘Leopardo’, quien también reconoció que ella sufre viendo y escuchando los partidos, pero siempre está pendiente.
Ya son dos meses desde que Osma asumió las riendas de un herido ‘Leopardo’, al que le ha sanado algunas heridas, pero aún está por verse la mejor versión bajo su dirección.
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Siempre se ha dicho que es difícil ser profeta en su tierra, y en parte él lo ha vivido, porque su mejor momento como futbolista estuvo quizá en el Cali, donde integró un tridente de lujo junto a Bernardo Redín y Carlos ‘El Pibe’ Valderrama, quienes entendieron muy bien su juego y nunca se cansaron de asistirlo para que definiera con gran calidad técnica, esa que lo tienen en la historia como uno de los mayores goleadores santandereanos.
Pero ahora como entrenador quiere dejar una huella imborrable en la institución de sus amores, para darle alegrías a la sufrida afición del Atlético Bucaramanga y, por supuesto, evitarle malos ratos a su hincha número uno, doña Natalia, quien hace fuerza para que le vaya bien, junto a sus demás familiares y amigos.
De lo que significa dirigir al club que lo vio nacer en el balompié profesional por allá en 1981, de los aspectos positivos y negativos del equipo, de la clave para meterlo en la pelea por la clasificación, de sus planes pensando en la siguiente temporada y también de la Selección Colombia, entre otros temas, el director técnico de Atlético Bucaramanga charló con Vanguardia.
¿Cómo encontró a Bucaramanga luego de tantos años sin vivir acá?
“La ciudad ha crecido muchísimo, veo una ciudad congestionada de carros, con pocas vías, sigue siendo bonita, agradable, con buenos sitios para comer, pero el tráfico es complicado; ojalá que no pierda la limpieza de la ciudad, siempre saqué pecho porque era la ciudad más limpia y después es muy cordial”.
Dicen que los entrenadores siempre deben tener la maleta lista. ¿Es así?
“La vida de entrenador es complicada, especialmente en el asunto de relaciones familiares, porque uno tiene la maleta dispuesta para ir de un lado a otro. Uno también espera esa continuidad, pero es muy difícil por más que uno la quiera. Mi tiempo más largo en un lugar fue con la Selección de Ecuador, a la que llevamos al Mundial de Alemania, fueron como cinco años”.
¿Cómo han sido estos dos meses al frente del Atlético?
“Dos meses muy apretados de partidos, de muchos entrenamientos, de interactuar con los jugadores, de conocernos, de inculcar mi idea de juego. La verdad me han hecho sentir bien, no he tenido roces con ninguno, hemos entrenado a gusto, es mejor atajar que arrear, y ellos piden y piden y quieren entrenarse, es un buen grupo, hay dificultades, porque unos no juegan, pero queremos darles minutos a todos tanto en Liga como en Copa”.
Hace dos meses era impensado que el Atlético se metiera en la pelea por la clasificación. ¿Cómo logró mejorar el rendimiento del equipo?
“Es una parte de los pensamientos, los pensamientos positivos contra los negativos. Yo lo primero que puse fue a pensar en que hay que ser optimistas, los llené con muchos pensamientos positivos, les decía no somos tan malos como dicen, ni tampoco los mejores; es diferente decir vamos a ganar a decir ojalá no pierda”.
¿Y desde la parte táctica y futbolística qué cambió?
“Eso es lo más duro, un modelo de juego necesita de mucho tiempo; yo les hablaba de 50 entrenamientos y falta mucho para llegar a eso, y son entrenamientos de pretemporada y hemos hecho 40 entrenamientos, pero más enfocados a la competencia. El plan de acción ha sido difícil, porque no hemos tenido el tiempo para, por ejemplo, hacer salidas de balón; sólamente me pongo a analizar cada partido. La mayor influencia es convencer a los jugadores de que crean en el modelo de trabajo que les digo, los métodos son para que ellos crezcan”.
Es un equipo que marca pero le convierten mucho
“Debo recibir menos goles, tengo que mirar de dónde se producen y la mayoría son individuales, reducir el margen de error individual es fundamental”.
¿Cómo ve el tema de la clasificación?
“Tenemos que convencernos de que se puede, tener la mente bien preparada, con pensamientos positivos. El que tiene miedo o duda siempre pierde”.
¿Qué ajustes hay que hacerle al equipo pensando en el segundo semestre?
“Ahora uno tiene que pensar en todo. Tengo que mirar lo que estoy viviendo, con los dos torneos; tengo la posibilidad de alargar la Copa, aunque perdimos el primer partido con La Equidad, y la Liga que estamos en la pelea, las posibilidades las tenemos y hay que ganar. Ya después tendremos una opción de analizar si los requerimientos que le hagamos a la dirigencia se pueden cumplir”.
¿A qué le atribuye la eliminación de la Selección Colombia?
“Siempre tengo algo muy claro, la palabra renovación, aquí en Colombia siempre hemos pensado que el talento colombiano es muy bueno, pero no se renueva; las categorías menores no le dejan a las mayores y por ahí empieza la debacle; la selección preolímpica no le aportó a la Selección mayor. Es un punto a revisar porque cuando las sub 20 y sub 17 han llegado a la mayores las respuestas han sido diferentes”.