Han escuchado la frase: «le quema el balón», cuando algún futbolista no logra destacarse, pues en el Barrio El Palenque de Girón a unos intrépidos futbolistas no les importa jugar con un esférico que echa fuego.
Y no es inocentada ni mucho menos, todos los 28 de diciembre, sin excepción, la comunidad de este reconocido sector de la Villa de los Caballeros se reúne para tomar parte, sea como jugadores o aficionados, de un entretenido ‘picadito’ donde ‘literal’: se prende el fútbol.
La curiosa iniciativa surgió hace varios años, primero en las calles del barrio, pero para evitar algún accidente que lamentar, decidieron llevarla a la cancha, en campo abierto, donde sostienen que «no se corren riesgos» y, además, las tribunas se llenan de espectadores.
«Empezamos a jugar en el parque y las calles con una bola de candela, pero decidimos hacerlo en un campo abierto para que la gente pudiera disfrutar. En Girón era famoso el toro de candela, pero lo acabaron y entonces se nos ocurrió jugar fútbol con un balón de fuego», le contó al canal de Youtube del periodista Armando Araque uno de los habitantes de El Palenque.
Desde muy temprano, dicen, los que están más desocupados o gozan de su periodo de vacaciones, se encargan de preparar los balones, compuestos de trapo y alambre.
Alrededor de siete balones se preparan para el encuentro deportivo, donde la indumentaria generalmente son botas punta de acero, jeans, guantes de asbesto y camisa manga larga.
Los balones se prenden con ACPM y después, como dice alguno de los jugadores, «en la cancha es a lo maldita sea, a lo que caiga».
En el partido, como en cualquier otro encuentro de barrio, se apuesta «la canasta de cerveza» o el «‘litrico’ de aguardiente», mientras que en las tribunas los aficionados no paran de alentar y en ocasiones corren despavoridos cuando el balón se acerca a su zona.
En esta edición del llamativo partido, hubo una igualdad 3-3, que se saldó desde el punto penalti.
Que no se pierda la tradición, es la ilusión de los organizadores del evento.