La vida del futbolista suele ser como la de cualquier otra persona, aunque parezca lo contrario.
Muchas veces se piensa que porque tienen mucho dinero y son exitosos, los problemas pasan a un segundo plano o no los tocan, pero sucede que en ocasiones el drama va por dentro y los afecta bastante.
Este es el caso de Freddy Guarín, destacado futbolista colombiano que en los últimos años ha protagonizado varios escándalos.
Ha tenido inconvenientes con sus esposas, la más reciente Pauleth Pastrana, con quien vivió en Montería. Ambos tenían una casa en la capital de Córdoba y, al parecer, a Guarín ya no lo dejan entrar en ella.
Por lo menos así lo dio a conocer el futbolista en un video en vivo que realizó en Instagram el pasado 24 de diciembre. “Ya van como tres o cuatro veces que no me dejan entrar a mi casa, la casa que yo compré con mi propia plata”, aseguró el exjugador de clubes como Boca Juniors, Oporto, Inter de Milán y Millonarios.
“Mi suegra, mi hija, la hija de ella, que son personas que yo amo mucho con todo mi corazón, cogieron y me dieron un ‘espaldazo’”, agregó Guarín, quien también tuvo destacadas actuaciones en todas las categorías de la selección Colombia, con la que disputó el Mundial de mayores de Brasil 2014.
En el ocaso de su carrera profesional, Guarín jugó en Millonarios. Fue en 2021. No tuvo muchos minutos. Todo el tiempo lo criticaron por su condición física, que no era la mejor (estaba pasado de kilos). También se decía que le gustaba la vida nocturna, la rumba, y que por eso no lograba rendir en la cancha.
En ese momento protagonizó un altercado en el que, presuntamente borracho, habría tenido una pelea con sus familiares. Eso lo puso en el foco de la opinión pública como un hombre violento. Se retiró del fútbol. Empezó a buscar ayuda para recomponer su vida.
“Yo he sido un hombre bueno. He tenido mis errores y me hago responsable de ellos”, agregó el deportista, de quien después de su retiro dejó de hablarse en los medios. Sin embargo, al parecer aún no ha encontrado el equilibrio que buscaba.
Esto, debido a que en el en vivo comentó con un tono de amargura profunda “como se los dije hace unos días a mi mamá, mi papá, a mis hijos: estoy cansado de que la gente se aproveche de las debilidades”.
Guarín tiene 37 años. Según deja ver en sus redes sociales vive en Medellín, pero constantemente viaja al extranjero. Se dice que ha invertido en proyectos de vivienda. También que es socio de una barbería que queda en el Parque Lleras y hace poco estuvo en el partido de las Leyendas de la Conmebol que se realizó en el estadio del Inter de Miami.
Con información de El Colombiano