«A lomo de mula, en bicicleta, zorras de balineras, coches de tracción animal y vehículos de todos los modelos y tamaños, santandereanos y boyacenses se dieron cita en la ‘Puerta de Oro de Santander’. No hubo en el centro de la ciudad un solo establecimiento comercial que no tuviera un televisor frente al cual se pararon para no perderse ni un instante del partido», de esta manera registró Vanguardia lo que sucedió hace 30 años en Barbosa, Santander.
El 5 de septiembre nunca será una fecha cualquiera para el fútbol colombiano, pues fue el día en el que la selección Colombia consiguió una hazaña histórica al derrotar 5-0 a su similar de Argentina en el estadio Monumental.
Miles de emociones quedaron grabadas en la memoria de quienes vivieron aquella victoria, pues Santander se convirtió en uno de los epicentros de la celebración que se tomó a todo el país.
El ambiente en las calles de Bucaramanga era simplemente electrizante. Aunque ni el más optimista se imaginaba un resultado tan amplio, desde temprano, los bares y restaurantes de la ciudad comenzaron a llenarse de aficionados ansiosos por presenciar el enfrentamiento que le podía dar la clasificación a la selección Colombia al Mundial de Estados Unidos 1994. Las camisetas amarillas se multiplicaban en las calles, y la expectación era palpable en el aire.
Cuando comenzó el partido, la emoción en la ‘Ciudad Bonita’ y sus municipios cercanos alcanzó su punto máximo. Con cada gol de la selección Colombia, los gritos de júbilo, los abrazos efusivos y los cánticos de apoyo resonaban por toda la ciudad, «huele a gol, huele a gol», decían los hinchas, ante la destacada actuación de jugadores como Faustino Asprilla, Freddy Rincón y Adolfo Valencia, que quedó marcada en la memoria de todos los presentes.
Incluso, según se recuerda en los archivos de esta casa periodística: «todos bailaban cumbia y los detalles del partido pasaron a un segundo plano».
Después del pitazo final por parte de Ernesto Filippi, árbitro del compromiso, Bucaramanga estalló en una celebración que se prolongó por días. Las calles se llenaron de caravanas de automóviles ondeando banderas colombianas, y la gente improvisó una gran fiesta con música y bailes, la euforia era indescriptible.
«Se acaba el partido y las calles se convierten en un solo carnaval. Como sirve para la rima, Batistuta es el más perjudicado con el «coro celestial». Harina, licor y alegrías. ¡Colombia está en U.S.A. 94!», publicó Vanguardia en sus páginas.
Pasó el tiempo, pero aquel día de gloria y celebración en Bucaramanga sigue vivo en el recuerdo de todos aquellos que tuvieron el privilegio de presenciarlo.
Hoy, 30 años después, se conmemora en esta fecha, aquel ‘baile’, un resultado que llevó a la gloria a los jugadores colombianos, al Mundial de Estados Unidos, y posteriormente con el asesinato de Andrés Escobar, los aterrizó al infierno.
Muertos y heridos en una celebración sin precedentes
«Por cada gol que marcó la selección Colombia, seis bumangueses resultaron heridos en accidentes de tránsito», está registrado en las memorias de esta casa periodística, que hoy, 05 de septiembre, recuerda la hazaña de la selección Colombia al derrotar 5-0 a su similar de Argentina.
La ilusión del triunfo terminó en tragedia para muchas familias santandereanas, el agitado estado emocional de los conductores, el alto grado de alicoramiento y el exceso de velocidad colocaron el punto final en la historia de distintas personas.
Un total de quince accidentes se presentaron desde las 6:00 p.m. de aquel domingo y las 4:00 a.m. de la madrugada del lunes, dejando un saldo de 30 personas lesionadas, aproximadamente.
El percance de mayor gravedad ocurrió sobre las 7:10 p.m. en la autopista a Floridablanca, cuando en inmediaciones de la Licorera Santander (por la entrada a Floridablanca), un campero cayó al lecho de una quebrada, dejando un saldo de cuatro personas heridas.
Una hora más tarde, un automotor se estrelló contra una residencia ubicada en la calle 56 con carrera 32; los demás hechos fueron choques entre vehículos.
Por fuera de Bucaramanga, también se vivieron hechos similares, según datos de ese entonces, 85 personas muertas y 900 heridas dejó la celebración en todo el país.
Uno de los casos más recordados es el de Ernesto Alfonso Sánchez Rodríguez, de 15 años, quien murió al caerse del camión Ford-600 modelo 60, color blanco y verde de placa SB-6127, y que era conducido por su hermano Jorge Saúl de, en ese entonces, 21 años.
El accidente ocurrió en el Socorro y sucedió sobre las 8:00 de la noche de ese día, el menor falleció sobre la 1:30 a.m. del lunes 6 de septiembre.
