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La historia del futbolista formado en Santander que jugará en España

El futbolista, tras ser formado en Santander, ya firmó su contrato con el Valladolid de España, en donde jugará con el segundo equipo, cumpliendo así el primer objetivo en su carrera.

A 8.444 kilómetros lejos de casa, Carlos Alberto Bonilla Ordóñez cumplirá su sueño de convertirse en un profesional del fútbol.

Este joven deportista, de apenas 18 años de edad, tuvo que decirle adiós a su natal El Charco, en el departamento de Nariño, cuando solo tenía 12 años, para salir en búsqueda de un futuro, que le permitiera aprender del deporte más popular que existe y llegar algún día a firmar con un equipo.

Pues bien, ese sueño está cumplido y Bonilla, quien normalmente juega como volante de marca, pero que también puede hacerlo como defensor central, volante mixto o lateral izquierdo, ya está vinculado con el Valladolid de España, en donde integrará el segundo equipo.

“Es una noticia muy buena. Creo que mi familia y todos están muy contentos. No es solo el sueño mío, es también el de todas las personas que me apoyan a diario”, dijo Carlos.

Superó una infancia dura
El Charco, Nariño, ha sido una zona marcada por la violencia y Bonilla, quien viene de una familia humilde, no fue esquivo a todo este tipo de situaciones, que lo marcaron y le dejaron una huella. “Tuve una infancia complicada por temas de conflicto en el pueblo. Hasta que se me dio la oportunidad de llegar a Cazatalentos, en donde me formé como persona, deportista y me inculcaron valores para llegar al profesionalismo”, afirmó Carlos, quien explicó que “cambiar el tipo de persona que venía siendo” fue lo más complejo de su salida de este sector del país.

Tras su llegada a Bucaramanga, Pablo Galván, técnico de Cazatalentos, se convirtió en su entrenador, su mentor y el hombre que lo ayudó a convertirse en un profesional.

“Carlos llegó a un lugar en el que no conocía mucho del fútbol. Se adaptó a un proceso, soñando con el alto rendimiento. Le dimos la oportunidad y comenzó a crecer, le brindamos todo para llegar donde está ahora”, contó el estratega, quien no puede evitar una sonrisa cada vez que recuerda todo el sacrificio que han hecho para que Carlos, a quien considera como un hijo, cumpliera su sueño.

Ya bajo el apoyo de Galván, a quien Bonilla le atribuye gran parte de su éxito al asegurar que el entrenador “es todo, sin él, nada de lo que he logrado habría sido posible”, el joven deportista comenzó a mostrar su talento en las diferentes canchas del área metropolitana de Bucaramanga, en donde su técnica, fortaleza y sacrificio dieron de que hablar.

“Es un jugador completo. No solamente en su talento, también en su cabeza. A él lo caracteriza su humildad y eso me llena de orgullo. Se formó un muchacho para grandes cosas”, explicó el preparador, quien no para de destacar que la mayor virtud de su pupilo es “la humildad”.

Precisamente ante todo lo que tuvo que vivir, Bonilla, quien reveló que en Santander lo hicieron “sentir como en casa”, dejó claro que llegar al profesionalismo no es ‘pan comido’ y no se trata simplemente de “venir al campo, patear una pelota y jugar bien. Es cuidarse fuera, el descanso, la alimentación. La gente cree que el fútbol es fácil, pero detrás hay mucho tiempo de trabajo, sacrificio y estar lejos de la familia”.

Logró su objetivo
Tras mostrarse en el fútbol santandereano, Bonilla participó en Soccerlab, un campamento de este deporte en el que se quedó con uno de los dos cupos de ganadores y esto le terminó de abrir las puertas al profesionalismo, como lo reconoció María Ximena Pilonieta, directora de Soccerlab.

“Para nosotros ha sido un avance impresionante en un año. El primer Soccerlab lo hicimos en el 2022, él fue uno de los ganadores y gracias a eso estuvo ocho meses entrenando en España. Somos una realidad, podemos hacerlo y es un motivo para que todos los chicos puedan lograrlo”, agregó y dijo que espera verlo convertirse en una “estrella internacional. Nosotros le dimos el primer ‘empujoncito’, le abrimos las puertas y ahora todo depende de él”.

Ahora, a Carlos, quien se identifica con la “disciplina” de Cristiano Ronaldo y el sacrificio de Casemiro, volante brasileño, le queda toda una carrera por delante, para cumplir el sueño que tiene de llegar a vestir la camiseta de la selección Colombia, hacer parte del equipo principal, ya que por ahora estará en el segundo del Valladolid.

“Me veo triunfando en el fútbol, devolviendo la confianza a las personas que han creído en mí, que me han aconsejado y el apoyo que necesito”, expresó Bonilla, quien ahora vestirá la camiseta que en su momento también lució un jugador de la categoría de Carlos ‘El Pibe’ Valderrama.

El sueño está cumplido y ahora comienza el reto de demostrar el talento y las ganas que tiene de ser una futura estrella del fútbol.

Solo falta que el balón ruede y Bonilla tiene claro que el camino a la gloria no es fácil, y va a sudar la camiseta por conseguirla.

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