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La ‘locura’ de 24 horas de pedaleo en el ascenso al Peaje de Lebrija

“El Everesting en un demonio difícil de domar, pero no imposible”, indicó, con voz agitada y las piernas temblorosas, este ciclista de 35 años que se especializó en el ultrafondo.

“Los límites son mentales”, es una de las frases de batalla de Ezequiel ‘El Flako’ Fonseca, quien este domingo, después de más de 24 horas de pedaleo en medio de diversas situaciones climáticas y físicas, logró ascender 27 veces al Peaje de Lebrija, para sumar un Everesting más a su palmarés.

Algunos le dicen desocupado, otros no se ahorran calificativos para elogiar lo que hace y él, simplemente, sigue lo que le dicta su corazón.

Al que le gusta, le sabe, y ‘El Flako’ es un apasionado por el ciclismo, principalmente en la modalidad de ultrafondo, en la que ya completó un Everesting más, que consiste en alcanzar los 8.848 metros de desnivel, la altura equivalente al Monte Everest.

Hay quienes nos cansamos subiendo un ‘policía acostado’ o reductor de velocidad, pero a este guapoteño no hay subida que le quede grande.

En diciembre de 2022, ascendió la ‘medio bobadita’ de nueve veces a El Picacho, para registrar 21.265 metros de desnivel positivo y 849 kilómetros, en 76 horas, 48 minutos y 24 segundos.

También suma ascensos a La Vega (cinco veces), Patios (20), Chicamocha (17) y Pesque y Coma (17).

El sábado 27 de mayo, junto a cerca de 15 pedalistas más, emprendió, sobre el mediodía, el reto de escalar desde Girón al Peaje de Lebrija en 27 ocasiones.

Este trayecto tiene alrededor de cinco kilómetros, con un promedio de inclinación del 6%, aproximadamente.

El pedalista, a quien lo motiva su hija, padres, hermanos y amigos, resistió la inclemencia del clima, que por esta zona es muy caliente y húmedo; además de que tuvo que sortear un buen rato de lluvia, el frío de la madrugada y el sol que después de las 10 de la mañana no tiene compasión.

Ni siquiera el fuerte temblor que sacudió a la región en la mañana del domingo 28 de mayo pudo evitar que ‘El Flako’ se devorara los 9.048 metros de ascenso positivo, para levantar los brazos en señal de victoria.

Mientras en el Giro de Italia el esloveno Primoz Roglic se enfundaba la camiseta de campeón y los colombianos Einer Rubio, Santiago Buitrago y Fernando Gaviria cruzaban la meta en Roma, en el Peaje de Lebrija, después de más de 24 horas de empujar, no solo con las piernas, sino con el corazón, sus bicicletas de ruta y de montaña, porque las alternó durante el recorrido, ‘El Flako’ pasó exhausto pero con la satisfacción del deber cumplido, y ojo, con ganas de más retos en esta modalidad del ciclismo, porque como él dice, “la idea es que el ultrafondo sea tendencia en Santander”.

“El Everesting en un demonio difícil de domar, pero no imposible”, indicó, con voz agitada y las piernas temblorosas, este ciclista de 35 años que en compañía de una ‘grupeta’ de lujo, conformada por Wilfrand Guerrero, Diego Fernando Blanco, Walfer Romero y Elida Ramírez alcanzó una meta más, que está en el podio de las más difíciles que realizó.

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