Los días de horror siguen dejando secuelas en la capital del país. Después de una semana ‘caótica’ se empiezan a esclarecer poco a poco las circunstancias que rodearon la más reciente masacre ocurrida el pasado jueves en la localidad de Kennedy.
Ahora se sabe quiénes fueron los tres jóvenes masacrados; a pesar de ser colombianos, ninguno era bogotano.
Una madrugada atroz
Hubo hermetismo cuando se supo que tres cadáveres aparecieron abandonados sobre una carreta en el barrio El Amparo (a la altura de la Carrera 81G Bis con Calle 42 sur).
Un detalle aterrador era que los cuerpos estaban envueltos en papel vinipel negro, casi al vacío. Tenían signos de tortura, pero no eran claras las heridas que presentaban. Solo había una certeza: el atroz mensaje que querían dejar con este triple homicidio, un mensaje para los operarios de las bandas que delinquen en esta delicada zona de Kennedy.
En las últimas horas se han ido destapando detalles cada vez más espeluznantes; como que hubo una mujer que escuchó las atrocidades que les hicieron a los pelados dentro de una casa muy cercana al lugar donde finalmente fueron encontrados.
¿La casa de la tortura?
La testigo clave en este terrible caso, días después del hallazgo, declaró que creía saber dónde ocurrieron los homicidios. Se trata de una casa ubicada a una cuadra de la esquina donde aparecieron los cadáveres.
De acuerdo a los investigadores que llevan el caso, dentro de esa propiedad encontraron un sin fin de pruebas que dan a entender que allí los mataron. De hecho, sus cuerpos hablaron más que todas las señales halladas en el sitio: las manos de los jóvenes estaban amoratadas al igual que sus pies, lo que dio cuenta de que fueron amarrados de pies y manos.
Al parecer, los pelados fueron colgados de las manos y apuñalados en repetidas zonas de sus cuerpos. Incluso, la cuerda que habrían usado para suspenderlos en el aire, todavía reposa en la residencia, dijeron las autoridades.
Lo último que entregaron las autoridades fue que, al parecer, la masacre se dio por cuenta de unas diferencias que sostuvieron los tres jóvenes con su jefe por el expendio de drogas en determinadas líneas de El Amparo.
Quizá por eso la mafia que está detrás de esto dejó este mensaje de sangre en el barrio. Los vecinos por su lado, desconocen los movimientos ocultos y delictivos en su barrio ya que muchos son personas humildes y luchadoras que quedaron en medio de esta confrontación a muerte.
Las víctimas y sus antecedentes…
Jonathan Smith Martínez
Jonathan Smith Martínez Villalobos: era oriundo de Cartagena, ciudad donde laboró como vigilante.
Brandon Enrique Flores Tejedor: vivía en Soacha, este joven se trasladó a Bogotá dejando allegados en el vecino municipio. Presentaba antecedentes fechados de este año por el delito de estafa y otra anotación por el delito de hurto por medios informáticos.
José Carlos Vanegas Romero: en el 2015 culminó su servicio militar en Sincelejo (Sucre), luego de un tiempo llegó a Bogotá. No presentaba ningún antecedente.