Durante la audiencia condenatoria contra Jonathan Torres, acusado por haber asesinado a su cuñada Adriana Pinzón, se conocieron detalles sobre el crimen que se perpetró el pasado 7 de junio en el municipio de Zipaquirá (Cundinamarca).
En el relato que hizo este hombre que confesó su crimen, contó que había tenido un ataque de ira, se salió de control y mató a Adriana.
Según sus declaraciones, el día de los hechos su cuñada lo dejó entrar a su apartamento, allí le confesó que sostenía una relación con otra mujer y esto desencadenó en una discusión, en la cual Adriana estaba a favor de su hermana. Posteriormente, Torres enceguecido apuñaló en múltiples ocasiones a la mujer y dejó que se ahogara con su propia sangre.
En la audiencia que duró cuatro horas y mientras relataba lo sucedido, el homicida expresó que estaba arrepentido porque había actuado de forma impulsiva, y que en el momento de la agresión se transformó.
“Actué de forma impulsiva. Ese no era yo”, indicó Torres.
Pese a la confesión y a la crueldad del crimen, el hombre deberá pagar 28 años de cárcel, por los preacuerdos logrados por su abogado Jimmi Pepinoza.
“Este consistió en una rebaja de pena del 40 por ciento. Se tipificó la pena por los delitos de homicidio agravado en concurso con desaparición forzada y se pactó en 28 años y una multa de 799.000 salarios mínimos”, dijo el abogado de Torres.
