En medio de la posesión presidencial el pasado domingo, Gustavo Petro le ordenó a la Guardia Presidencial llevar a la plaza la Espada de Bolívar, a pesar que Iván Duque horas antes había negado los permisos aunque ya existía una póliza por más de mil millones de pesos para sacar la reliquia.
Con esta primera orden de Petro, la Guardia Presidencial se dirigió a la Casa de Nariño, donde se encontraba el expresidente Iván Duque esperando al nuevo mandatario para entregar el palacio. Allí se encontraba el objeto emblemático.
“Cumpla usted con el deber y proceda usted una vez se cumplan los requisitos de ley”, le dijo Duque al guardia luego de que se le notificara que la espada tenía que ir rumbo a la Plaza de Bolívar.
“Como ordene, señor Presidente, así será”, le respondió el uniformado.
Este hecho, criticado por muchos y aplaudido por otros, se convirtió en el centro de atención el pasado domingo, cuando a la Presidencia de Colombia ingresaron Gustavo Petro y Francia Márquez, los líderes del Pacto Histórico.
De igual forma, días antes el equipo de logística de la nueva administración presentó los permisos necesarios para que también estuviera en la Plaza de Bolívar la Paloma de la Paz que el artista Botero le entregó al expresidente Juan Manuel Santos cuando ganó el Premio Nóbel de Paz por el proceso con la extinta guerrilla de las Farc.
Sin embargo, argumentando problemas de seguridad nacional, Iván Duque también le negó la salida de la Casa de Nariño.
