La verdad caerá como un baldado de agua fría: Colombia conocerá los horrores de la guerra, sus víctimas y sus victimarios. Este martes 28 de junio se publica el Informe Final de la Comisión de la Verdad, uno de los hitos más relevantes del conflicto armado después del Acuerdo de Paz que se construyó con la voz de 28.562 personas, 14.928 entrevistas individuales y colectivas, 731 casos y 1.203 informes entregados por ONGs, empresas públicas y privadas y organizaciones de víctimas, entre otras.
Este será el primer documento oficial que describirá más de cinco décadas de conflicto desde la voz de las víctimas –que tienen un lugar protagónico y prevalente– y de los victimarios, dentro de los que se encuentran agentes del Estado, miembros de la guerrilla de las Farc y los paramilitares, y conglomerados económicos que sirvieron para financiar a cada uno de los bandos.En otros países del mundo con comisiones similares, como Guatemala, el Informe Final marcó un antes y un después sobre cómo se narra el conflicto y sobre las cifras oficiales de desaparición, masacres, asesinatos y cada uno de los hechos que marcó la vida de los colombianos.
Contar la verdad: la misión
La Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, CEV, inició su mandato el 28 de noviembre de 2018 y llegó en un contexto en que entidades como el Centro Nacional de Memoria Histórica, universidades, periodistas e investigadores venían narrando las épocas más álgidas del conflicto.
De hecho, ella misma acudió a cifras e informes publicados por entidades independientes para guiarse y direccionar enfoques. Sin embargo, no hay referentes en Colombia sobre un trabajo para describir el conflicto de la envergadura de esta Comisión. De ahí su importancia.
Solo por mencionar un ejemplo, los investigadores de la CEV viajaron a cada uno de los 32 departamentos del país y escucharon a todos los actores involucrados en el conflicto de esos territorios. Las víctimas hablaron de su dolor y preguntaron por sus desaparecidos; los exguerrilleros brindaron su versión y excomandantes de los grupos paramilitares, como Salvatore Mancuso, describieron lo que hicieron en esas regiones, por qué lo hicieron y con cuáles dineros se financiaron para ese fin.
En mulas por las trochas de difícil acceso, en canoas para navegar el río Magdalena, a pie o en chiva, como fuera necesario, funcionarios de la CEV se aventuraron por los municipios más golpeados por el conflicto y escucharon los reclamos de las comunidades y las historias de dolor.
Por eso, el Informe Final se centrará en los factores de persistencia: asuntos que no fueron solucionados con el Acuerdo de Paz, que prolongan el conflicto en múltiples regiones y, por ende, el sufrimiento de las comunidades.
Los logros de la Comisión
En medio de ese ejercicio por escuchar y contrastar fuentes, la Comisión sentó a víctimas y victimarios frente a frente para responder inquietudes concretas, reconocer las resposabilidades y pedir perdón.
Quedará para la historia, por ejemplo, aquel octubre de 2020 en el que la familia Gaviria se encontró con los excomandantes de las Farc para hablar del secuestro y asesinato del entonces gobernador de Antioquia, Guillermo Gaviria, quien murió a manos de esa guerrilla por control territorial.
Otros hitos de impacto nacional fueron el encuentro con las madres de Soacha víctimas de falsos positivos y la conversación entre el antiguo máximo jefe de la extinta guerrilla de las Farc, Rodrigo Londoño, y el excomandante de las Autodefensas Unidas de Colombia, Salvatore Mancuso.
En ese último evento, ocurrido el 4 de agosto de 2021, esos dos excomandantes que combatieron durante décadas asumieron sus responsabilidades, se pidieron perdón por los ríos de sangre que hicieron correr al interior de sus tropas y entre los civiles, y le agradecieron al país por la oportunidad de hacer la paz.
También hablaron ante la Comisión los cinco expresidentes vivos que tiene Colombia: Juan Manuel Santos, Álvaro Uribe, Andrés Pastrana, Ernesto Samper y César Gaviria.
Cada uno planteó los puntos en los que quería profundizar sobre el conflicto y respondió a las preguntas de la Comisión sobre su mandato y los impactos de sus decisiones en cuanto a políticas públicas, manejo del conflicto y relaciones de agentes del Estado con grupos paramilitares, entre otros.
Los expresidentes –así como más de 1.600 invitados entre los que se encuentran víctimas, excombatientes, diplomáticos, prensa, entre otros–fueron invitados a la ceremonia de presentación del informe.
Los retos
Este, entonces, será el relato más robusto que tendrá Colombia sobre “lo que nos pasó y por qué nos pasó”, como dice la Comisión.
Pero esa verdad que muchos esperan y muchos otros temen no llegará exenta de escepticismos ni de polémicas. De entrada, la Comisión se topará con un porcentaje de la población que, aún sin darse la oportunidad de conocer el contenido del Informe, lo han criticado.
Ese margen de la población, que no es pequeño, criticará cualquier cosa que venga de la Comisión precisamente porque surgió como fruto del Acuerdo de Paz entre el Estado y la extinta guerrilla de las Farc con el que muchos no estuvieron de acuerdo. También están quienes alegan que el Informe no representará a toda la población o no estará equilibrado.
De hecho, la polémica más reciente de la CEV tuvo que ver con este último punto. El comisionado Carlos Guillermo Ospina, quien era el único militar (r) que hacía parte de ese equipo, renunció a la Comisión alegando que no había voz para los militares y que los demás comisionados pretendían centrar la responsabilidad en el Estado, y no en las guerrillas y los grupos paramilitares.
Todas esas dudas, sin embargo, tendrán que irse respondiendo con la publicación del Informe Final, pues el documento tendrá que defenderse de quienes no creen en la rigurosidad de su contenido.
El Informe que conoceremos
Con esos logros y retos, el Informe Final se presentará este viernes dando apenas un abrebocas de lo que será todo su contenido. Según conoció EL COLOMBIANO, en el evento solo se conocerá un manifiesto leído por el padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, y el capítulo de hallazgos y recomendaciones.
Este último es el más importante de todos porque recoge las conclusiones de la entidad y recomienda una serie de acciones necesarias para finalizar el conflicto donde aún sigue y garantizar la no repetición donde ya cesó.
Por ahora sigue un arduo proceso de divulgación en el que la Comisión intentará mostrarles a todos los rincones de Colombia, y del mundo, lo que se hizo en un país que empieza a reconstruirse y perdonarse.