La vida del comerciante Adalberto Jesús Casadiego Angarita, secuestrado el pasado miércoles en la tarde, cuando se encontraba en una parcela de la vereda Venadillo, zona rural de Ocaña, llegó a su fin cuando era internado a la zona selvática del Catatumbo. Murió, al parecer, de un infarto. El cadáver fue hallado por unos campesinos en la orilla de la carretera que conduce hacia el municipio de Teorama.
“Los labriegos se acercaron y se percataron de que era un extraño a la comunidad. Dicen que tenía el rostro morado y no había heridas de ninguna naturaleza. Al parecer intentaron reanimarlo, por lo que se presume fue un ataque cardiaco”, manifiesta un habitante de la región.
De inmediato alertaron a las autoridades quienes al llegar al sitio confirmaron el deceso.
El desenlace fatal
Una vez enterado de la retención, el hermano de la víctima, sociólogo y catedrático de la universidad Francisco de Paula Santander, seccional Ocaña, Wilson del Socorro Casadiego Angarita, propuso a los captores el canje urgente debido a las precarias condiciones de salud de Adalberto.
Sin embargo, el ciudadano de 73 años de edad no resistió la caminata y sobrevino el desenlace fatal cuando era trasladado a la zona del Catatumbo.
Precisamente estaban coordinando una cita con un especialista en Bucaramanga ya que sufría de problemas cardiovasculares.
El profesional hace un llamado a la sensatez, a los grupos al margen de la ley para que no hagan más daño. Adalberto era el tío del alcalde de Ocaña, Samir Fernando Casadiego, e hijo de la dirigente liberal, Laid Angarita de Casadiego, quien fue varias veces concejal de Ocaña.
