Un grave hecho género indignación en Santiago de Querétaro, México, debido a que se presentó un grave caso de bullying, en donde dos estudiantes rociaron alcohol a un compañero y le prendieron fuego porque, según los padres de la víctima, el niño no era “de la misma raza” que los agresores.
El niño de tan solo 14 años de edad, identificado como Juan Pablo Zamorano, tuvo que ser hospitalizado por las graves quemaduras de segundo y tercer grado que sufrió en piernas y glúteos.
Según el padre de la víctima, desde hace algunos meses su hijo le había expresado que no quería regresar al colegio por el acoso que sufría por parte de sus compañeros y hasta de una profesora.
“Desde aquellos tiempos ya le estaban haciendo bullying y nos dimos cuenta de que hasta la propia maestra le hacía bullying, nada más porque somos de raza otomí, piensa ella que no somos de su clase, no somos de su raza, piensa que ella es ser humano y nosotros somos de otras personas”, declaró Juan para el diario local El Universal.
Debido a esto, los padres del niño le pidieron a la Institución educativa que cambiará de salón al menor, pero que esta petición se les fue negada.
Por otra parte, también presentaron una denuncia formal ante la Policía hacia la maestra que auxilió al niño, ya que el día del ataque ella no llamó a ninguna ambulancia y la profesora tomó la decisión de llevar Juan Pablo al hospital.
Al parecer, la docente intentó convencer a los padres del niño para que no interpusieran ninguna demanda en su contra y les sugirió que le aplicaran a Juan Pablo cebolla en las graves quemaduras.
Las autoridades abrirán un proceso en el cual investigaran los terribles hechos ocurridos en la institución por parte de los menores de la maestra del niño.