De acuerdo con la información entregada por las autoridades, hombres fuertemente armados detuvieron los vehículos en el sitio conocido como el cruce de San Alfonso. Tras esto, obligaron a los conductores a descender, para prenderle fuego a los camiones.
Según el comandante de la Tercera División del Ejército, el general Jhon Jairo Rojas, esta acción puso en riesgo varias viviendas que se encuentran muy cerca al sitio donde fueron incinerados los vehículos que transportaban al menos 30.000 galones de combustible.
“La intención era afectar a la población civil, afectar esas viviendas para causar un mayor daño con el ánimo que las operaciones y los soldados del Ejército salieran a la vía a proteger a la población civil y de esta manera restarles el ímpetu a los operativos allá en la profundidad del cañón del Micay”, explicó el General.