A través de su cuenta de Twitter, Petro dijo que el pacto será que “todas las ganancia que obtengan los empresarios por reducción de costos de producción que logrará nuestro gobierno: por protección de importaciones, por reducción de costos de energía y financieros, deben distribuirse entre el empresario y los y las trabajadoras”.
El tuit desencadenó críticas y dudas, que el mismo precandidato ha ido respondiendo en esa red social.
Aclaró que su propuesta se trata de un pacto entre empresarios y trabajadores, en donde la actividad del Estado que genere ganancias por incremento de la productividad, se distribuya entre empresarios y trabajadores.
Añadió que la repartición de utilidades por productividad entre trabajadores y empresarios no es el paraíso, “sé que en un país donde la productividad no crece en 40 años, le parece (el paraíso), pero es lo que sucede en el este asiático, y ocurrió en Europa y en EE.UU.”.
Según lo que escribió en esa red, las empresas no tienen porque acabarse con esa distribución, sino que crecerían: “si las ganancias de productividad se distribuyen entre el salario real de los trabajadores y las utilidades de los empresarios, las empresas no se acaban, sino que crecen, porque crece la demanda de los trabajadores por mercancías de esas empresas”.
Y, respondiendo a los que lo tildan de comunista, dijo: “no es comunismo, pues este niega la existencia del empresario privado, sino de la socialdemocracia y la regulación keynesiana, o fordista del capitalismo”.
Uno de los que replicó a su propuesta fue el senador por el Centro Democrático, Gabriel Velasco, quien dijo: “el proyecto presidencial de Petro quiere que el Estado intervenga en la propiedad privada, las empresas y en general el mercado. Las amenazas han sido claras. Colombia está en riesgo de perder su democracia ante un populismo de este señor”.