El homicidio ocurrió a las 3:30 de la tarde. La víctima, identificada como Daniel Torres Llanos, conductor de un taxi de placas SJU-504, recibió varios impactos de arma de fuego, mientras que su vehículo quedó estacionado a unos 50 metros del lugar.
Testigos indicaron que el conductor habría tenido una discusión con un grupo de consumidores de estupefacientes del barrio La Graciela de Dosuebradas, Risaralda, lo que desencadenó la agresión.
Uno de los sujetos lo habría intimidado con un arma de fuego, sujetándolo por el cuello y llevándolo hasta la cancha, donde lo golpearon, posteriormente dispararon contra su humanidad.
¿Un robo como móvil?
Cuando la Policía inspeccionó el cuerpo, la víctima no tenía consigo documentos, dinero ni objetos de valor, lo que refuerza la hipótesis de que los atacantes le sustrajeron las pertenencias antes de huir. Se estima que toda la acción violenta estuvo motivada por el hurto, por oponer resistencia y los sujetos, al parecer como ‘castigo’ y tal vez como mensaje, cometieron el asesinato a la vista de todo el mundo, en un sitio emblemático del barrio, como lo es la cancha. Se habría tratado de una demostración de poder y para causar miedo.