Un hombre identificado como Gustavo Muñoz Ramírez, quien laboraba como veterinario de Tuluá (Valle del Cauca), fue judicializado por presunto maltrato animal tras ser señalado de causar sufrimiento extremo y la muerte de un perro llamado ‘Yogui’.
Los hechos ocurrieron el pasado 9 de septiembre de 2024, en una vivienda del barrio Diablos Rojos de esta ciudad.
Según la investigación liderada por una fiscal del Grupo Especial para la Lucha Contra el Maltrato Animal (Gelma) de la Seccional Valle del Cauca, el animal fue llevado al establecimiento de Muñoz Ramírez para someterlo a un procedimiento de eutanasia.
Este procedimiento debía realizarse mediante el suministro de cuatro pastillas que garantizaran una muerte indolora para el animal. Sin embargo, el veterinario presuntamente utilizó un método cruel e inadecuado: aplicó descargas eléctricas con un cable, lo cual sometió al perro a un sufrimiento extremo, dejándolo inconsciente antes de ocasionarle la muerte.
Las autoridades consideraron que esta actuación no solo infringió los principios éticos de la profesión veterinaria, sino que también violó las leyes colombianas que protegen a los animales del maltrato y el sufrimiento innecesario.
Por estos hechos, Gustavo Muñoz Ramírez fue imputado por el delito de maltrato animal, aunque el señalado no aceptó los cargos.
El caso ha provocado una amplia reacción en redes sociales, donde ciudadanos y organizaciones defensoras de los derechos animales han exigido justicia para ‘Yogui’.
Este hecho pone de relieve la importancia de reforzar la vigilancia sobre los procedimientos veterinarios y de garantizar el cumplimiento de las normativas que buscan evitar el sufrimiento de los animales. El proceso judicial contra el veterinario continúa en curso.