Desconcertados y sin explicación, así se encuentran los familiares de Eileen Mariana Velázquez Salamanca, residente del barrio Camino Real, en Fusagasugá (Cundinamarca), quien fue encontrada sin vida en la noche del pasado miércoles, a las 8:45 p. m. (aproximadamente), por su abuelo.
Mariana, estudiante del colegio José Celestino Mutis, estaba por iniciar séptimo grado.
“Mariana vivía en Arborizadora Alta, en Ciudad Bolívar (Bogotá). Hace seis años se vino a vivir a Fusagasugá porque mataron a un tío suyo y eso la afectó mucho. Aquí empezó a vivir con los abuelos, quienes la querían muchísimo. El abuelo decía que ella era sus ojos por el inmenso amor que le tenía.
Hace tres años, la mamá de Mariana se vino a vivir cerca con sus otros dos hijos y su pareja, pero en septiembre del año pasado su compañero sentimental se quitó la vida. Mariana decía que no entendía por qué él había hecho eso, que no podía creer que había dejado sola a su mamá, porque ella pensaba mucho en su bienestar”, relató Yorly Daniela López Velázquez, prima de la menor.
Según la familia, Mariana era una niña dedicada a sus estudios, amante del piano y la natación. Sin embargo, todo cambió tras la muerte de la pareja de su madre.
“Empezó a quedarse en casa, cuidando a sus hermanos de ocho y dos años. Dejó de comer, ya no jugaba con sus amigas y le decía a una amiguita que se sentía sola y que nadie la quería. La niña se lo contó a su mamá y luego los abuelos se enteraron, pero no creyeron que fuera algo grave. Cada día se encerraba más en sí misma”, aseguró Yorly.
Y añadió: “En diciembre, mi hermana notó que Mariana estaba muy triste y, al preguntarle, Mariana le dijo que sentía que no valía nada. Desde entonces, empezó a llamarla y a escribirle todos los días. El día que ella tomó esa decisión, tuvo una discusión con alguien, se encerró en su cuarto y ahí ocurrió todo. Mi abuelo fue quien la encontró. No entendemos por qué pasó esto. Ella siempre parecía alegre, amaba los libros de Mario Mendoza y estaba leyendo ‘Lady Masacre’ (de su autoría); lo dejó a la mitad. Aunque llevaba meses sintiéndose muy triste, no lo veíamos venir”.
Apoyo a la familia
Afortunadamente, el alcalde del municipio, William García Fayad, ayudó con los gastos funerarios de Mariana, junto con varios vecinos que acudieron a la vivienda de ella.
“La depresión es un monstruo silencioso y nadie sabe con qué carga tan grande viven las personas que la padecen. Hacemos un llamado a no permitir que este monstruo crezca y a generar confianza con los niños. Ellos tienen derecho a sentirse mal y no deben ocultarlo con una sonrisa, porque eso les hace daño. Las tristezas pasan, pero solo si hay acompañamiento, especialmente en los niños. A veces hay que dejar de lado lo material, dedicar cinco minutos y recordarles a nuestros hijos lo valiosos que son. Mostrarles su valor puede evitar tragedias como esta.Quienes deseen despedirla de la mejor manera, pueden llegar hoy (sábado), a las 2:30 p. m. con ropa blanca y globos blancos. La misa será en la iglesia Sagrada Familia”, concluyó Yorly, madrina de Mariana.
¡La depresión no es un juego de niños!
Q’HUBO consultó la psicóloga clínica Edith Moncaleano, quien nos habló sobre cómo identificar la depresión en los niños y cómo enfrentar esta enfermedad de salud mental.
“Los procesos depresivos están relacionados con pérdidas, abusos y situaciones no resueltas. Las personas suelen guardar estas experiencias o aplazar el trauma, lo que genera estrés, y ese puede manifestarse en procesos depresivos. Es clave prestar atención a los cambios de conducta: cuando alguien deja de hacer lo que normalmente hacía, como ir al colegio, bañarse o mantener sus cosas organizadas, y si estos comportamientos persisten por 2, 3 o 4 semanas, es un indicio de un proceso depresivo. Normalmente, antes de un intento de suicidio, hay una etapa de ideación suicida, en la que la persona piensa reiteradamente en esa posibilidad. Muchas veces, quienes rodean a la persona creen que se le pasará o buscan soluciones superficiales, como cambiar de ambiente, sin atender la raíz del problema. Pero estos cambios de conducta, ideas o comentarios relacionados con la muerte, e incluso intentos previos, pueden terminar en un acto suicida”, explicó la especialista.
Y añadió: “En los niños, la depresión se desarrolla de manera similar a los adultos. Es importante estar atentos a los cambios de conducta, porque aunque un día alguien no quiera levantarse, si esto se vuelve constante, debe revisarse qué ocurre. Es fundamental mantener hábitos como una buena alimentación, actividad física y un manejo adecuado del sueño, ya que suelen presentar trastornos en este aspecto. Buscar ayuda profesional es crucial, porque estos niños necesitan acompañamiento terapéutico y también un trabajo con el sistema familiar. La depresión en la familia puede generar culpa, vergüenza y miedos que afectan el rol de los padres. Por eso, un proceso terapéutico es esencial. Si la depresión está avanzada, el tratamiento debería incluir también un acompañamiento psiquiátrico, ya que en esas etapas la enfermedad requiere un manejo especializado”.