El caso de Ana Teresa Gualteros, brutalmente golpeada, violada, asesinada y quemada en enero de 2013 en Salento, Quindío, finalmente encontró justicia después de una década de lucha incansable de su familia.
Gualteros, de 35 años, fue vista por última vez con vida el 20 de enero de 2013. Al día siguiente, fue hallada en un paraje rural en condiciones terribles. El pasado miércoles, 19 de junio, del presente año, Luis Alejandro Hurtado Zuleta, sentenciado en primera y segunda instancia por el crimen, fue capturado por la policía.
Así ocurrió el crimen
Inicialmente, Gualteros fue reportada como desaparecida. Fue un tío quien, tras leer sobre el hallazgo de un cuerpo quemado en Salento, sospechó que podría ser Ana Teresa.
El cuerpo, con la mitad del rostro quemado, fue identificado en la morgue de Armenia. Este hallazgo desencadenó una larga batalla legal y emocional para esclarecer el caso y brindar justicia a Gualteros, quien dejó una hija de 12 años.
“Él sintió que se trataba de mi hermana y le pidió a otro familiar que la buscara y si no la encontraba que se dirigiera a la morgue de Armenia, allá finalmente la encontraron, tenía la mitad de la cara quemada, pero la reconocieron por la otra mitad que no se le quemó”, le contó a El Tiempo.
La investigación reveló que la mujer fue asesinada entre la noche del 21 y la madrugada del 22 de enero de 2013. El cuerpo presentaba al menos 70 heridas infligidas con objetos contundentes y armas blancas, quemaduras con cigarrillos, y signos de acceso carnal. La última vez que fue vista, estaba en compañía de su novio Alejandro Castaño Marín y de un amigo, Luis Alejandro Hurtado Zuleta.
Hurtado, el amigo de su pareja y el asesino fue arrestado en septiembre de 2013, pero fue liberado al cabo de 11 meses para enfrentar el proceso en libertad.
Nueve años después, en abril de 2022, un juez lo condenó a 39 años de prisión por el homicidio. La defensa apeló, pero en septiembre de 2023, el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Armenia confirmó la condena. Sin embargo, Hurtado huyó hasta ser capturado este miércoles en su antiguo apartamento en el norte de Armenia, gracias a la alerta de los vecinos.
Durante las audiencias, se reveló que el hermano de la víctima conocía a Hurtado desde la juventud. “El hermano de la víctima conocía a Hurtado desde muy joven, lo buscó varias veces, pero se le escondía. Él contó que cuando eran más jóvenes solían consumir estupefacientes y recoger mujeres vía a Circasia y llevarlas precisamente hasta la vereda Los Pinos, porque consideraban que era un lugar discreto donde nadie los podía identificar, y fue precisamente allá donde encontraron el cuerpo de Ana Teresa Gualteros”, afirmó el juez durante una de las audiencias.
El caso de Ana Gualteros generó una fuerte indignación en la comunidad del Quindío, desencadenando marchas en demanda de justicia y celeridad en la investigación.
La hija de la víctima, Juliana Gómez, quien tenía 12 años cuando su madre fue asesinada, relató el dolor y la confusión que sintió al crecer escuchando a su familia dar gracias por la aparición del cuerpo, a pesar de la tragedia.
Alejandro Castaño Marín, la expareja de Gualteros, también está vinculado al caso, aunque no ha sido investigado hasta ahora. La hermana de Gualteros, Martha Liliana, espera que este proceso se resuelva pronto, basándose en las pruebas acumuladas en el caso de Hurtado Zuleta.
“Ya se han tenido varias audiencias en ese caso y esperamos que pronto se defina, pero este será más corto porque ya se tiene gran parte del material probatorio que fue el mismo usado en el caso de Hurtado Zuleta”, dijo la hermana de Gualteros.
La captura de Hurtado marca un hito en la búsqueda de justicia para Ana Teresa Gualteros, cerrando un capítulo de incertidumbre y dolor para su familia.