Fabio Torres Bolaños soñaba con estar en la graduación de bachiller de su hija, de 16 años, que está programada para el mes de diciembre. Desde ya estaba ahorrando y organizando el festejo porque añoraba que su niña, la mayor de tres hermanos, fuera una profesional y llegara mucho más lejos que él. Esas ilusiones fueron destrozadas en la mañana del pasado lunes 6 de mayo.
A este hombre, de 34 años, lo asesinaron en una zona enmontada del municipio de Turbaco (Bolívar), cerca de la urbanización Oro Blanco, en la vía a la vereda Las Campañitas. Lo hallaron transeúntes, hacia las 9:00 a. m. Tenía puñaladas en varias partes del cuerpo y a su lado estaba calcinado un motocarro con la que se ganaba el sustento diario. Era un cuadro espantoso.
Tras su muerte, la familia se llenó de dolor, pero sobre todo de preguntas. No comprenden quién y por qué mataron a Fabio; un hombre que, aseguran, no tenía amenazas ni problemas. En Altos de Plan Parejo (Turbaco), donde vivía, sus vecinos y demás allegados piden a las autoridades que den con el responsable porque afirman que lo ocurrido es una injusticia.
En medio de su dolor y luego de 25 días del crimen, Maira Torres Bolaños, madre de Fabio, dijo confiar en la justicia terrenal, pero sobre todo en la Divina, y por eso cree que las investigaciones darán resultados pronto. “Estamos esperando que la Fiscalía investigue bien, necesitamos saber por qué le hicieron eso a mi hijo, una persona buena, un padre responsable, un gran hijo y trabajador”, afirmó al diario El Universal la madre.
Añadió, al citado medio, que “no porque sea mi hijo, pero Fabio era una persona seria. Primero fue vigilante, luego fue mototaxista y ahora manejaba el motocarro que era de una persona de Cartagena. Él estaba pensando en cambiar de trabajo, tener algo más estable para ayudar a su hija que quería comenzar la universidad el próximo año”.
Maira contó que el día anterior al asesinato de su hijo, él estuvo en su casa y no le notó actitudes extrañas. “Al día siguiente me llamó mi nuera para decirme que algo malo había pasado, entonces mandé a mi hija para ver qué era y luego ella me dio la noticia. No lo podía creer porque era un hombre que nunca se vio envuelto en cosas de violencia”, recordó la madre, residente también en ese municipio.
Con relación a las anotaciones judiciales que entregó la Policía en el reporte de la muerte de Fabio, Maira aseguró que “es una anotación por violencia intrafamiliar, ya que él pasaba peleando con su expareja y ellos se demandaban. Fue una relación tormentosa, pero mi hijo no era un delincuente”.
Por el momento no es claro qué hacía Fabio en esa zona y por qué su asesino decidió quemar el vehículo de placas 094-AFB. También es un misterio cómo escapó la persona de aquel lugar. Las investigaciones siguen.