Una menor de 12 años que pertenece a la comunidad Indígena embera se vio obligada a continuar con su embarazo luego de que las autoridades del resguardo le negaran el proceso de aborto. Su estado de gestación, al parecer, es producto de una violación.
La Corte Constitucional se encuentra estudiando un caso de presunta violación a un menor de tan solo 12 años, quien habría sido obligada a tener un bebé, a pesar de que la madre había pedido que se le practicara un aborto.
De acuerdo con lo publicado por la Revista Semana, Ana, la madre de la adolescente, habría pedido la interrupción del embarazo, ya que la menor ha tenido graves afectaciones no solo físicas sino también psicológicas que la llevaron a un intento de suicidio.
Sin embargo, a pesar de lo solicitado, las autoridades indígenas negaron el procedimiento, alegando que interrumpir el embarazo provocaría una desarmonía espiritual en el territorio.
“No damos concepto de viabilidad para la interrupción voluntaria del embarazo (IVE), dado que desde el campo espiritual se generaría una desarmonía en el territorio… en cuanto a la conducta penal que se manifiesta dentro del informe remitido, como una presunta violencia sexual, hemos manifestado al Honorable Consejo Superior de la Judicatura, que en nuestra etnia Embera Chamí, desde los 12 años en adelante niños y niñas pueden conformar una familia”, fueron las declaraciones de la comunidad indígena, reveladas por Semana.
Inicialmente, un hospital local avaló este aborto, pero no lo realizó por la negativa del resguardo. Debido a esto, la Corte Constitucional decidió tomar el caso e investigar los hechos, pues podrían estarse afectando los derechos sexuales y la autonomía de las mujeres, los cuales afrontan desafíos ante la autodeterminación de los pueblos indígenas.