La Policía Metropolitana del Valle de Aburrá logró capturar este viernes en el barrio La Floresta a un ciudadano estadounidense de 40 años señalado de explotación sexual a menores de edad.
En la redada, que se desarrolló en un penthouse y contó con el apoyo de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos, el sospechoso fue encontrado con una adolescente de 16 años.
“Se pudo establecer, por medio de la investigación, que esta persona había ingresado al país en nueve oportunidades y desde el 2021 residía en Medellín. Contactaba a sus víctimas por medio de redes sociales y algunas eran referenciadas por otras menores de edad, a quienes les pagaba entre $250.000 a $300.000 por los encuentros sexuales, en algunas ocasiones les entregaba “regalos” (celulares) como forma de pago” informó la Policía.
De acuerdo con esas pesquisas, las víctimas serían menores de 15, 16 y 17 años, que al entrar a la casa del extranjero recibían drogas que las dejaban en estado de indefensión.
Luego del operativo, en el que también fueron incautados estupefacientes, dos teléfonos móviles y un computador, varias de las víctimas fueron protegidas por la ONG Libertas International.
Esta es la segunda captura en menos de dos días. El jueves pasado, dentro de un apartamento de la zona central de Bello, la Dirección de Protección y Servicios Especiales (Dipro) de la Policía Nacional capturó a un ciudadano estadounidense, al cual lo señalan de cometer abuso sexual en contra de seis menores de edad.
Este extranjero, de 48 años y a quien conocen con el alias de El Químico, lo encontraron en flagrancia dentro de la vivienda con un grupo de mujeres, en su mayoría menores de edad, por lo que procedieron con su captura.
De acuerdo con la investigación, este norteamericano tuvo 65 movimientos migratorios, de entrada y salida de Colombia, y contactaría a sus víctimas mediante redes sociales y aplicaciones de mensajería, ofreciendo dinero a cambio de que sostuvieran relaciones sexuales con él.
“Una vez las menores de edad llegaban al lugar pactado, las obligaba a consumir sustancias psicoactivas como (metanfetaminas y 2CB) que él mismo fabricaba en este lugar, con el propósito de que accedieran a cometer todo tipo de vejámenes como orgías y otras pretensiones de tipo sexual”, indicó el coronel Juan Pablo Cubides Salazar, director de la Dipro.
“Queremos que vengan más turistas, pero que vengan a agregar valor, a un turismo que genere valor. Jamás toleraremos que vengan personas a casos de explotación sexual de niños, niñas y adolescentes”, dijo el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez.
Por su parte, el vocero de la Embajada de Estados Unidos, James Dewey, resaltó la importancia de que en Medellín haya un turismo sostenible y seguro. “Queremos recordar a los ciudadanos estadounidenses, si nos están escuchando este mensaje que pueden registrarse con nosotros en la embajada y si llega a pasar cualquier cosa o si fueran víctimas de un delito lo pueden reportar a los oficiales locales y también con nosotros en la embajada para darle seguimiento”, expresó el diplomático.