El sitio donde fueron localizados los explosivos fue en el corregimiento La Ermita, en la vía entre los municipios de Ocaña y Ábrego, en Norte de Santander, hasta donde llegaron miembros del Grupo de Explosivos y Desminado del Ejército Nacional.
Los militares despejaron la zona y procedieron a desactivar los explosivos de manera controlada. El tráfico vehicular fue restringido por varias horas.
Se cree que con esta acción se pretendía generar terror en la región y se buscaba atentar contra los miembros de las Fuerzas Militares.
“Los soldados de inmediato y atendiendo a los protocolos de seguridad establecidos aseguraron la zona, para posteriormente destruir las cargas. El artefacto, al parecer, habría sido instalado por integrantes de la organización armada rebelde Subestructura 41″, indicó el coronel Donaldo Ramos, comandante de Fuerza de Despliegue.
El tramo vial se encuentra con vigilancia permanente de tropas del Ejército Nacional buscando prevenir acciones que atenten contra la población civil y los integrantes de las Fuerzas Armadas de Colombia.